El Real Madrid aparca todos los movimientos de fichajes hasta el lunes 30 de mayo, cuando se volverán a poner manos a la obra para apuntalar la plantilla de Carlo Ancelotti de cara a la próxima temporada. Por lo tanto, el fichaje de Aurélien Tchouaméni no vivirá variaciones por parte del lado madridista hasta que no finalice la final de la Champions que medirá el sábado a los blancos con el Liverpool con el Stade de France de París. La entidad presidida por Florentino Pérez sólo estará centrada en un duelo que esperan que permita al rey de Europa ganar la Decimocuarta.
La situación con Tchouaméni es clara en estos momentos para el Real Madrid. El jugador ha llegado a un acuerdo con el conjunto blanco. A pesar de las presiones del PSG, que está tratando de arrebatar el fichaje a la entidad madridista, el futbolista por el momento tiene claro que quiere seguir adelante con su idea de jugar de blanco la próxima temporada. Por otro lado, los blancos tienen que llegar a un acuerdo con el Mónaco, que no pondrá barata la salida de un jugador que está llamado a ser un futbolista diferencia en los próximos años.
El director deportivo de la entidad monegasca, Paul Mitchell, aseguró que no tiene ninguna preferencia a la hora de venderlo y que deberán ser «muy agresivos en términos de acuerdo» para deshacerse de una de sus estrellas. «Todo el mundo ha podido darse cuenta que Aurélien es un jugador top, pero todos saben que somos un club ambicioso con un accionista ambicioso, así que no, no tengo preferencia a la hora de venderlo. Tendremos que ser muy agresivos en términos de acuerdo para perder a un jugador tan increíblemente talentoso. ¡Por eso es tan buscado!».
Altas exigencias del Mónaco
A pesar de estas altas exigencias económicas que el Mónaco exige y que el Real Madrid esperaba, ambas partes están convencidas de que llegarán a un acuerdo a partir de la próxima semana. De hecho, el mayor temor es que los millones qataríes del PSG hagan que el jugador dude sobre su deseo de seguir adelante con la propuesta acordada con el conjunto blanco. Los parisinos, encabezados por el deseo de Mbappé de jugar junto a su compatriota, están apostando fuerte y, como mínimo, ya han encarecido la operación.