Sergio Ramos nunca se arruga. Ni en el campo ni fuera. Así lo demostró el capitán del Real Madrid al negarse a acudir a la pseudo-reunión telemática, convocada por el Gobierno, con los capitanes de los principales equipos de la Liga después de que Sanidad vetara que esa charla fuera emitida en directo y en abierto. Ramos decidió dar plantón al ministro Salvador Illa, a Fernando Simón y a la presidenta del CSD, Irene Lozano, porque se negó a ser utilizado por el Gobierno para blanquear su imagen en la gestión de la crisis del coronavirus y hacer propaganda a su costa.
El Gobierno de Sánchez e Iglesias, acostumbrado a presionar a personas del más alto nivel hasta conseguir sus objetivos a cualquier precio (que se lo pregunten al coronel Pérez de los Cobos), también lo intentó con Sergio Ramos. Por varias vías y a través de distintos interlocutores el Ejecutivo de Sánchez intentó que el capitán del Real Madrid estuviera al lado de Piqué, Koke e Illarramendi para salir en un vídeo, editado y cuasi publicitario, que sirviera para blanquear la maltrecha imagen del Gobierno.
Sergio Ramos pidió que el vídeo se emitiera en directo y que los futbolistas pudieran preguntar al ministro Salvador Illa, a Fernando Simón o a Irene Lozano, presidenta del CSD, pero el Gobierno se negó en redondo (quizá asesorado por Redondo, en mayúsculas) a que la reunión telemática con los capitanes fuera emitida en directo. Sólo estaban dispuestos a servir las imágenes, convenientemente editadas, a los medios de comunicación después de la charla.
El Gobierno vetó la petición de Ramos
El capitán del Real Madrid, pese a las presiones del Gobierno, declinó la invitación de acudir a la reunión telemática porque consideraba que el formato sólo servía para blanquear la gestión de Sánchez, Iglesias y compañía y Sergio Ramos no tenía intención alguna de que su imagen fuera utilizada por el Ejecutivo con fines exclusivamente propagandísticos.
Sergio Ramos quería aprovechar la reunión telemática para ejercer, como en tantas ocasiones, de portavoz de la plantilla del Real Madrid y trasladar al ministro Illa alguna de las preguntas que comparte la sociedad española tras dos meses y medio de pandemia, confinamiento y bandazos en la gestión de la crisis por parte del Gobierno de Pedro Sánchez.
Lo que ocurrió después era previsible porque forma parte de la táctica habitual del Gobierno de rehuir las preguntas en directo. Tanto el CSD como Sanidad, ante el temor de perder el efecto publicitario, propagandístico y blanqueador de una charla editada, y también con cierto recelo de lo que pudiera preguntar Sergio Ramos, rechazaron desde el primer momento hacer la conferencia en directo y abierta al público con las condiciones que pedía el capitán del Real Madrid.
El Real Madrid apoyó a su capitán
Sergio Ramos pretendía que esta charla fuera constructiva y sirviese para solucionar interrogantes que aún no han tenido respuesta por parte de las autoridades, y no se quedara solamente en una conversación informal de fútbol culminada con un vídeo publicitario y una foto que sirviera para blanquear la imagen del Gobierno.
El Real Madrid apoyó en todo momento a su capitán ante las incesantes presiones del Gobierno y finalmente tuvo que ser otro internacional español, Dani Carvajal, el que sustituyera a Sergio Ramos en la charla telemática con Illa, Simón y Montero, a pesar de que el lateral madridista compartía el pensamiento de Sergio Ramos.
