Una de las cuestiones que más preocupa al Real Madrid de cara al próximo verano es la situación en la que quedará Gareth Bale al finalizar su cesión. Las intenciones del Tottenham Hotspur ya las conocen en el conjunto blanco. En el Bernabéu ya saben que los londinenses no se van a quedar con el galés, que regresará una vez concluya el curso a la capital española.
El rendimiento de Gareth Bale en el Tottenham se mantiene en la línea de sus dos últimas temporadas en la disciplina madridista. En verano, blancos e ingleses consideraron que su regreso a los spurs era la mejor opción para tratar de que el futbolista recuperara la confianza y alcanzara un nivel óptimo. Sin embargo, las expectativas no se están cumpliendo.
La decisión en Londres ya está tomada. El presidente del club, Daniel Levy, y José Mourinho no cuentan con él de cara a la próxima temporada y así se lo han transmitido al Real Madrid. La comunicación es fluida entre las dos entidades y desde el Tottenham han dejado claro que ejercerán la opción a compra que tienen una vez termine la cesión el 30 de junio.
Una situación que genera un nuevo problema para el conjunto blanco. El Real Madrid le puso en el mercado hace dos veranos, pero no fue hasta el último cuando pudo desprenderse de él. Con un año más de contrato y la opción de que cualquier equipo le firme libre una vez termine su vinculación, se hace complicado pensar que vayan a encontrarle un destino una vez regrese de Londres.
Desilusionante etapa como spur
En verano, el Real Madrid y el Tottenham encontraron una solución para el ‘Expreso de Gales’. Los blancos acordaban la cesión del jugador al que fuera su equipo entre 2007 y 2013 con el objetivo de que allí lograra de nuevo alcanzar un rendimiento que ayudase al conjunto londinense a acercarse a sus objetivos. Sin embargo, la presencia del jugador, como ha sucedido en las últimas temporadas, es casi irrelevante.
Mourinho acudió al rescate del Madrid y del propio Bale, pero el galés le está defraudando. El portugués siempre ha sido un férreo defensor del jugador, desde antes incluso de sentarse en el banquillo spur. Cuando entrenaba al Manchester United, estuvo interesado y cerca de llevárselo a Old Trafford, aunque al final la operación no se cerró.
Este verano, el luso por fin podía poner a Bale a sus órdenes, buscando sacar el máximo partido posible de sus cualidades. El objetivo era el de conseguir que el británico se reencontrase de nuevo con las buenas sensaciones mostradas durante su anterior etapa en Londres y en parte del tiempo que ha estado en el conjunto blanco. Sin embargo, no ha conseguido convencer al técnico.
La presencia de Bale este curso se resume a 15 partidos, de 32 que ha disputado su equipo. De ellos fue titular sólo en dos de Premier League, donde apenas ha tenido minutos. El galés únicamente ha sido un fijo para Mourinho en Europa League -donde ha jugado todo-, FA Cup y EFL Cup. Además, en lo que va de curso, únicamente ha marcado cuatro goles, cifras superiores a las de la pasada temporada en el Madrid, pero aún así insuficientes.