El día después de que se conociese el que apunta a ser el mayor escándalo en la historia del fútbol español se ha vivido con normalidad por Valdebebas. Todos los estamentos del Real Madrid son conscientes de lo que ha pasado. De hecho, ellos, estas supuestas ayudas arbitrales entre los años 2016 y 2018, donde sólo pudieron ganar una Liga, aunque no sin sufrir, las han padecido. A pesar de la superioridad que mostró aquel equipo dirigido por Zidane en 2017, tuvieron que esperar a la última jornada y ganar al Málaga para poder cantar el alirón. Todos saben lo que sucedió en esos años, pero ahora la entidad madridista prefiere observar los acontecimientos desde el silencio.
En el Real Madrid no van a hacer ningún tipo de declaración sobre este asunto por el momento. Primero, porque tiene que ser la justicia la que determine si lo que pasó durante los años 2016 y 2018 merece una sanción. Y segundo, porque la entidad madridista mantiene una excelente relación con el actual Barcelona y en ningún momento serán ellos los que lancen un dardo a la directiva de Joan Laporta.
De la mano en la Superliga
Florentino Pérez y Joan Laporta van de la mano en el proyecto de la Superliga. Ambos clubes mantienen una gran relación y el respeto que se procesan es máximo. Por ello, aunque el Real Madrid está observando con atención todo lo que se va sucediendo, tiene claro que lo hará desde un segundo plano.
El primero que dejó claro que no responderá a nada que tenga que ver con este asunto por el momento es el propio Carlo Ancelotti. Tras ganar al Elche en el estadio Santiago Bernabéu, acudió a rueda de prensa y fue cuestionado por el ya conocido Case Negreira, pero el italiano prefirió no responder a la pregunta. Una postura que mantendrá el resto del club por el momento.
