Sin el triunfo, pero con la esencia y la motivación intactas. Así terminó el Real Madrid el partido ante el París FC, en el que un accidente estuvo a punto de costarles una derrota. Lo evitó Caroline Weir, en el último minuto, permitiéndoles salvar un punto in extremis en Champions y encarar el siguiente compromiso en un estado de felicidad y confianza absoluto. Enfrente tendrán nada menos que al Barcelona.
El Clásico asoma ya en el horizonte y el conjunto blanco buscará en Montjuic rememorar lo sucedido el pasado año. En el último enfrentamiento entre ambos conjuntos, las madridistas consiguieron poner fin a una racha negra que se prolongó durante los 18 primeros enfrentamientos entre Real Madrid y Barcelona. Todos acabaron con victoria culé, hasta que el pasado mes de marzo, también en el Olímpico de Barcelona, sorprendían las madridistas para ganar 1-3, con doblete de Weir para certificar su primer triunfo.
Coincidía, probablemente, con el mejor momento en la historia de las blancas. Aunque todo se truncaría tres días después en Londres, puesto que de ganar 2-0 al Arsenal y 1-3 al Barcelona, pasaban a perder 3-0 en el Emirates en la vuelta de cuartos y todo lo logrado se iba al traste.
La situación se repite ahora. Primero Montjuic, después a la capital inglesa para enfrentarse a las que, tras eliminarlas en cuartos, acabarían siendo campeonas de Europa. Y esperan que, como mínimo, puedan revalidar aquella victoria en la Ciudad Condal antes de medirse al Arsenal.
La semana comenzaba con un encuentro contra el París FC en el que las madridistas podían dar un paso de gigante de cara a su clasificación entre las 12 mejores de la fase de liga de la Champions y, además, consolidarse en la parte alta de la tabla tras la primera mitad de esta liguilla. Fueron superiores a las galas, pero sólo fueron capaces de rascar un empate.
El Clásico ilusiona al Real Madrid
Eso sí, las sensaciones, como señaló Pau Quesada tras el partido, fueron más que buenas. A pesar de que se adelantaron las galas por medio de un penalti, el conjunto blanco generó, tuvo en varias ocasiones oportunidades para empatar y, en lo que se refiere a ocasiones, pudieron llevarse el encuentro. En condiciones normales, lo hubieran logrado, pero les faltó la efectividad que sí que han tenido en otros encuentros en los que no han sido tan superiores a sus rivales.
El técnico destacó que habían generado más que nunca y que el gol en el último minuto hizo que se fueran «felices» a casa, pese a que el objetivo era ganar el partido, por lo que les «toca aprender» para evitar sustos similares en el futuro que puedan costarles un serio disgusto. Aunque, por como se dio el partido, el empate supo a victoria.
Y es que, el Real Madrid no perdió «ni la idea, ni la esencia» pese a ir por detrás. Por ello, llegan con la moral por las nubes a Barcelona, de cara al primer cara a cara real de la temporada. No tuvieron un buen arranque de curso las blancas, pero han levantado el vuelo gracias a la Champions. En Liga, se mantienen a la estela de las azulgranas y, para seguir con opciones –pese a lo imposible que parece que puedan levantar el título al término del curso– deberán rascar algo positivo en Montjuic.
Motivos para creer tienen. Con Linda Caicedo a un nivel estratosférico y con Caroline Weir volviendo a ser determinante, tienen licencia para soñar. A la calidad de ambas se suma el crecimiento progresivo de la sección en los últimos años, ya no sólo en este. La brecha con el Barça se ha reducido y, si el pasado curso pudieron lograrlo, esta temporada, pese a la renovación profunda que han sufrido en la plantilla, hay razones para confiar en una nueva machada.