El Real Madrid encara el tramo final de la pretemporada con la convicción de que el trabajo se ha hecho a la perfección durante las semanas que la plantilla de Ancelotti se ha ejercitado en Valdebebas, primero, en Estados Unidos, después, y otra vez en la ciudad deportiva madridista. Antonio Pintus ha vuelto a sacar a pasear su famoso método, ese que ha dado tantas alegrías al madridismo, para poner a tono a unos futbolistas que comenzarán la competición oficial el próximo sábado en el duelo que medirá a los blancos con el Athletic en San Mamés.
«Están con motos», aseguran desde el vestuario del Real Madrid. Antonio Pintus ha vuelto a trazar un plan de trabajo que los jugadores han sufrido, pero también terminan agradeciendo, ya que los sudores de ahora es la gasolina que tendrán al final de temporada, cuando buscarán los títulos. Además, hay que especificar que en estas duras sesiones de trabajo en el césped y en el gimnasio, el balón nunca deja de ser protagonista, lo que hace el esfuerzo más ameno.
De alguna manera, el punto final a la pretemporada llegó con las pruebas de esfuerzo que Pintus hace a los futbolistas con máscaras de hipoxias. Una técnica que ayuda al preparador físico italiano y a su equipo a saber cómo está cada uno de los integrantes de la plantilla y que trabajo individual deben hacer con ellos. Los resultados fueron excelentes, dejando claro que las piernas de los de Ancelotti están preparadas para comenzar la Liga.
«A nivel físico, nosotros, con todo el staff, estamos muy contentos del estado físico de los jugadores. Es un equipo muy rápido, con mucha característica física y entonces le tengo mucha confianza al equipo a este nivel. Luego tenemos un grupo de jugadores que aguanta muy bien la tortura, le gusta trabajar y le gusta la caña. Estamos todos unidos», afirmó Pintus ante los medios oficiales del club.
