Ignacio Iglesias Villanueva monitorizará al Real Madrid en La Cerámica. El colegiado será el encargado de controlar el VAR del encuentro que medirá a los blancos contra el Villarreal este sábado y no es que los de Ancelotti guarden un grato recuerdo del árbitro coruñés. El pasado curso permitió que los amarillos agredieran a Vinicius en repetidas ocasiones y en el último partido en el que dirigió desde Las Rozas a los madridistas, acabó perjudicándoles, puesto que fue el encargado de mandar a revisar el penalti inverosímil de Asensio ante el Girona por manos.
El gallego estuvo en el VAR en un encuentros que aún figura en la retina del campeón de Liga. Fue el pasado curso en La Cerámica. Entonces, permitió que los jugadores groguets agredieran a Vinicius. No llamó a Sánchez Martínez cuando Albiol dio un codazo al brasileño de forma totalmente intencionada, ni tampoco cuando Parejo le soltó una colleja con el juego parado.
Más reciente es el enfado considerable en el Bernabéu en la jornada 12 de la Liga Santander. Entonces, Iglesias Villanueva evitó la victoria del Real Madrid ante el Girona, puesto que mandó a revisar unas manos totalmente involuntarias e intrascendentes de Marco Asensio en el área blanca tras un rebote. Melero López acudió a verlo y acabó decretando la pena máxima, permitiendo al conjunto catalán empatar el encuentro.
Minutos después, no estimó que el colegiado debía revisar un gol anulado a Rodrygo. Entonces, el árbitro de campo consideró que el delantero madridista metía el pie en un balón que estaba controlado por el portero, aunque las imágenes dejaron muchas dudas sobre si el meta tenía contacto con el esférico. Pese a contar con la tecnología necesaria para revisar la jugada y tomar la decisión correcta, Iglesias Villanueva pasó por encima de la polémica y respetó la decisión de Melero.
Soto Grado en el césped
El árbitro de campo del partido será César Soto Grado. El colegiado ha dirigido en 10 ocasiones un partido de los blancos, con un balance de siete victorias, dos empates y una derrota. Sin embargo, aquellos dos empates –ambos contra Osasuna– fueron más que polémicos.
La pasada campaña, el abulense no señaló un claro pisotón en el tobillo de Torró a Vinicius, que pudo suponer el gol de la victoria del Real Madrid. Tampoco hizo lo mismo en El Sadar unos meses antes, en la temporada 20-21, cuando en la última jugada del partido no señaló un claro agarrón sobre Casemiro de la que la realización no emitió repetición.