Doha vive con intensidad las horas previas a la final de la Intercontinental que enfrentará a Real Madrid y Pachuca este 18 de diciembre, día nacional de Qatar, en el estadio de Lusail. Pero donde también laten las pulsaciones por encima de la media es en el hotel Hyatt Regency Oryx Doha, donde el conjunto mexicano se concentra para disputar el partido más importante de su historia sin reparar en lo que vendrá justo después, que no es otra cosa que un viaje de esos que acaban con las energías de cualquiera.
Pachuca en esta Copa Intercontinental ha ido día a día. Los mexicanos, que al contrario del Real Madrid, viajan en vuelo regular, no han sido capaces de comprar billetes suficientes para la plantilla y el resto de la expedición mexicana en un mismo avión, ya que hasta el sábado no supieron con certeza que jugaban la final. Por lo que han tenido que hacer auténtica ingeniería para poder regresar a casa. De entrada, tendrán que hacer un viaje que les llevará todo un día.
Pachuca ha tenido que buscar soluciones y se ha decantado por hacer cuatro grupos para ir, poco a poco, saliendo de Qatar rumbo a México. Eso sí, pasando previamente por Estados Unidos. Los primeros que cogerán un vuelo para viajar será la plantilla y el cuerpo técnico, que se irán en dos rutas diferentes el jueves.
El primero saldrá a Dallas a las 7:55 hora qatarí y el segundo a Houston a las 8:05. Una vez allí, los de Dallas se montarán en otro avión a las 20:04 hora estadounidense que aterrizará en Ciudad de México a las 22:55 horas. Lo de Houston tendrán algo más de suerte, puesto que llegarán algo antes. Y es que, se montarán en un avión a las 19:33 para aterrizar en México a las 22:00 horas. No obstante, una vez estén todos juntos, se montarán en un autobús que les llevará a Pachuca en algo menos de hora y media.
El viernes, el resto de la delegación, repetirá una odisea, también con dos viajes diferentes que les llevará más de 24 horas de viaje. Una auténtica locura que afrontarán con una sonrisa si son capaces de dar la campanada ganando el título de la Copa Intercontinental contra el Real Madrid.