Luka Modric es el único jugador en activo de Europa que tiene un Balón de Oro en sus vitrinas. El pasado miércoles se hacía oficial la marcha de Leo Messi al Inter de Miami, por lo que el croata ha pasado a ser el último superviviente en el continente europeo de una generación de futbolistas inolvidable.
El Real Madrid puede afirmar que es el único club europeo que, actualmente, tiene un Balón de Oro en sus filas. De hecho, hasta el pasado domingo había dos jugadores que poseen dicho galardón en La Castellana. Karim Benzema fue el otro futbolista que dejó ese vacío unos días antes que Messi, al confirmar su salida del club blanco para firmar por el Al-Ittihad de Arabia Saudí.
Lo que está claro es que el viejo continente se está quedando prácticamente huérfano de jugadores inmortalizados con el máximo galardón de este deporte a nivel global. Como decimos, dos balones de oro que aún continúan en activo son Messi y Benzema. El otro es Cristiano Ronaldo. El portugués cerró su fichaje por el Al-Nassr árabe a finales del pasado mes de diciembre, e inició lo que se está convirtiendo en un éxodo masivo hacia el país oriental.
Cabe recordar que, en su día, Modric frenó un predominio de diez años en los que era impensable que el Balón de Oro fuese entregado a otro jugador que no fuera Messi ni Cristiano. El croata fue reconocido con dicho premio en el año 2018 por su papel en el centro del campo blanco campeón de Europa y por llegar hasta la final del Mundial de Rusia liderando a su selección.
Ahora, el ’10’ blanco es el máximo exponente en Europa tanto de la vieja guardia de su equipo como del talento europeo de las últimas décadas. Queda por saber si el año que viene estará acompañado en ese olimpo por Erling Haaland, decidido a romper todo tipo de récord con sus goles o, por el contrario, el Balón de Oro pone rumbo a Estados Unidos. Messi es el mayor favorito este curso y podría ser galardonado por conducir a la selección argentina hacia su tercera Copa del Mundo.