Luka Modric probará casi como nunca antes lo ha hecho lo que es su nueva vida en el Real Madrid. Suplente en Sevilla, suplente, previsiblemente contra el Barcelona el próximo sábado en el Clásico y titular frente al Sporting de Braga en la Champions. En la semana más exigente para el conjunto blanco desde que ha comenzado la temporada, con tres partidos fuera seguidos, el ’10’ apunta a titular sólo en uno de ellos. En los demás, como pasó en el Sánchez-Pizjuán, tendrá minutos, pero sin el protagonismo de antaño.
Modric tiene que adaptarse a su nueva realidad. Esa que le gusta entre poco y nada. Él no está hecho para asumir el papel de actor secundario, pero el paso de los años y la llegada de jóvenes le están llevando de manera acelerada a vivir este tipo de situaciones. No obstante, él sigue trabajando para tratar de demostrar a Ancelotti que sigue siendo un jugador capital, aunque esto el italiano lo sabe de sobra.
La relación profesional entre Modric y Ancelotti está siendo complicada. Es normal. Al croata no le gusta ser suplente y al italiano no le queda más remedio que darle menos minutos de los que, posiblemente, querría. A pesar de esto, personalmente el cariño y el respeto sigue siendo el mismo. Ambos tratan de adaptarse a una nueva realidad que no es fácil para ninguno de los dos.
Por lo tanto, este partido para Modric, que ya lo ha hecho todo en el mundo del fútbol, no es uno más. Ante el Sporting de Braga tendrá una nueva oportunidad de seguir dejando claro que en sus botas sigue habiendo mucho fútbol. El croata no negocia ningún esfuerzo y continúa trabajando día a día para ganarse más minutos, aunque sabe que es tremendamente complicado.
Modric, a uno de los 500
Luka Modric jugará en el estadio Municipal de Braga su partido número 499 con el Real Madrid. El croata superará a Chendo y se quedará a uno sólo de los 500, que, previsiblemente, podrá cumplir el próximo sábado en el Clásico contra el Barcelona que se celebrará en el Camp Nou.
Modric es una leyenda del Real Madrid por números, títulos y legado. El croata siempre se ha ganado un sitio entre los jugadores más grandes que han vestido la camiseta blanca y tratará de seguir haciéndolo hasta que finalice la presente temporada.
Nadie esconce que esta será su última temporada como jugador del Real Madrid. Él quiso seguir el pasado verano y el club blanco le renovó un año más. Cuando finalice el presente curso y no antes, a pesar de que en el mercado de invierno se verá tentado por suculentas ofertas, colgará para siempre la camiseta blanca con la que tantas cosas ha conseguido a lo largo de su carrera.
En estos momentos, ni el Real Madrid ni Modric valoran la posibilidad de que el croata haga las maletas en el mercado de invierno. La intención de ambas partes es que su relación continúe hasta final de temporada. En ese momento, será el futbolista el que decidirá si continúa jugando al fútbol en una competición menor o cuelga las botas. Si opta por lo segundo, las puertas de la entidad madridistas continuarán abiertas para él.