El pulso entre Kylian Mbappé y el PSG, o mejor dicho, su accionista mayoritario, Qatar Sports Investments, sigue su curso meses después de que el delantero francés ya sea oficialmente jugador del Real Madrid. El capitán de la selección gala reclama a su antiguo equipo, en el que estuvo siete temporadas, una cifra cercana a los 55 millones de euros entre primas no cobradas y varias mensualidades del sueldo atrasadas.
En concreto, el de Bondy denuncia que se le adeudan 36 millones de euros del bono de fidelidad que acordaron tras su última renovación, así como los meses de abril, mayo y junio, con sus correspondientes primas también. El futbolista, desesperado ante esta situación, decidió avisar de forma oficial a través de sus asesores al club parisino, pero sin éxito alguno. Por tanto, Mbappé ha optado por dar un paso más y elevar la queja a la comisión jurídica de la LFP (Liga Francesa Profesional) y también se ha puesto en contacto con la UEFA a través de la FFF (Federación Francesa de Fútbol).
Una situación que refleja que la relación entre los dirigentes del club francés y el futbolista y su entorno está completamente rota. Lejos de reconducir la situación desde que Mbappé se marchó del PSG, la sensación es que el dinero ha arruinado un vínculo que parecía perfecto, al menos, hasta que el de Bondy anunció de manera oficial el pasado mes de febrero que abandonaría el club parisino al finalizar el curso pasado.
Mbappé y el «pacto de caballeros»
Sin embargo, Al-Khelaifi y el PSG se escudan en un pacto verbal «de caballeros» al que jugador y club llegaron -supuestamente- en agosto de 2023 y por el que Mbappé aceptó renunciar a una cifra cercana a los 80 millones de euros si el futbolista decidía marcharse de la institución gala. Por tanto, el dirigente catarí tomó la decisión de congelarle los pagos al de Bondy hasta que se plasmara por escrito ese acuerdo al que, según el PSG, llegaron ambas partes en 2023. Como esa firma nunca se produjo, el club resolvió no pagarle ni las primas ni los sueldos que se le debían hasta llegar a una cantidad cercana a la que el crack aceptó perdonar.
Según ha desvelado el diario francés Le Monde, Mbappé ya no quiere alargar más este pulso y ha decidido intentar ponerle fin a través de la vía jurídica, involucrando tanto a la Liga Francesa como a la UEFA. Tanto él como su entorno están convencidos de que tienen razón y de que el dinero que reclaman les pertenece por contrato.
Por tanto, la situación sigue atascada en el mismo punto en el que la dejaron cuando los caminos de Mbappé y PSG se separaron de forma definitiva en el mes de junio. Ahora, el delantero ha comenzado una nueva etapa profesional en el Real Madrid, con la que se le ve muy ilusionado y que no ha podido comenzar de mejor manera, consiguiendo el primer título oficial con los blancos en su debut, además, con gol incluido, ante la Atalanta en la Supercopa de Europa.
