Mateu Lahoz no tuvo su día en el Clásico. En la primera parte perdonó la segunda amarilla a Jordi Alba y en la segunda se comió un penalti sobre Vinicius tras un pisotón de Arthur dentro del área. Y lo peor de todo, el colegiado valenciano ni siquiera consultó con el VAR.
Todo ocurrió cerca de la hora de partido cuando Vinicius entró en el área del Barcelona y tras desbordar a Junior, Arthur apareció por allí para pisar al brasileño. Pero Mateu no pitó nada. Es más, tampoco consultó con el VAR. Vinicius incluso tuvo que aguantar como Piqué le pedía explicaciones. Minutos después se cobraría la venganza.