El nuevo Marcelo parece que ya estaba aquí, aunque duró lo que le aguantó la gasolina. Realmente es el mismo de siempre. Bueno, todavía no está al nivel al que nos tenía acostumbrados no hace tanto, pero la progresión es notable. Sobre todo, en el aspecto físico, porque su ritmo está lejos de ser el óptimo. El brasileño fue la gran sorpresa en la alineación del Real Madrid ante el Elche. Zidane apostó por el ‘12’ en el lateral izquierdo dando descanso a un Mendy que lo juega casi todo.
El entrenador francés reconocía en la rueda de prensa previa al encuentro ante los ilicitanos que le dolía mucho no dar minutos a Marcelo e Isco. Con el segundo capitán ya se ha quitado la espinita, mientras que con el malagueño no ha tenido oportunidad, ya que se quedó en Madrid después de ser padre.
Marcelo fue claramente de más a menos en el Martínez Valero. Comenzó correcto en defensa y muy bien en ataque. Su gran fuerte. De hecho, rozó el gol con un buen derechazo que se estrelló en el larguero pasados los 10 primeros minutos de partido. Por dentro sumaba más que por fuera y cuando se tiraba hacia el campo contrario generaba problemas. En defensa la cosa era distinta. Dejó un par de sus típicas autopistas a su espalda que pudo ocasionar algún disgusto a los blancos.
La segunda mitad fue otra historia. Con el paso de los minutos la inactividad se empezó a notar. Marcelo se cayó y el Real Madrid comenzó a sufrir mucho por la banda izquierda. El brasileño seguía dejando carreteras libres de obstáculos que el Elche aprovechaba lo justo, mientras que en ataque sumaba poco. No podía subir y no estaba para defender, demostrando que el mes que lleva sin jugar un solo minuto le está pasando factura.
Marcelo no se rinde
No está bien y muchos dudan que vuelva a estarlo, pero él no se rinde. Por ello, no sólo se está machacando en los entrenamientos ante la atenta mirada de Zidane, sino que se ha puesto en las manos de Adolfo Madrid, un preparador físico al que Zizou conoce a la perfección y también trabaja con otros jugadores como Marcos Llorente, para recuperar un nivel físico que lo ha ido perdiendo con el paso de los meses.
El objetivo de Marcelo es terminar esta temporada siendo un jugador con el que Zidane pueda contar. Uno de los futbolistas más importantes en la segunda edad dorada del Real Madrid no puede poner punto final a su carrera de una manera pobre. Nadie sabe lo que pasará una vez finalice este curso con su futuro, hay muchas opciones de que cambie de aires, pero suceda lo que suceda antes de que llegue junio él lo dará todo para tratar de ser un jugador válido. Ante el Elche se vieron brotes verdes, aunque todavía está lejos de ser el que siempre fue.
