El Real Madrid regresó a los entrenamientos este lunes tras el empate que cosechó en Anoeta ante la Real Sociedad (0-0). Sesión de recuperación en las instalaciones de Valdebebas para los que fueron titulares ante los vascos. Fue un encuentro el que se notó y mucho que se trataba del primero de la temporada –en este caso la jornada 2– y es que la plantilla de Zinedine Zidane no llevaba ni un mes de pretemporada en sus piernas. Acabaron fundidos.
Pese a que fue una sesión suave para muchos de los blancos, los no titulares sí completaron un entrenamiento de mayor intensidad. Ahí aparecieron novedades con la presencia al mismo ritmo que sus compañeros de dos futbolistas que pueden ser más que importantes esta temporada como Isco Alarcón y Marco Asensio. El malagueño y el mallorquín ultiman su recuperación y se espera que ambos puedan estar en disposición de sumar este próximo fin de semana ante el Betis (sábado 26 a las 21:00 horas en el Villamarín).
«El problema ha estado en meter gol, el último pase no quiso salir», decía Courtois tras el partido en Anoeta, dos cuestiones que, a expensas de alguna sorpresa de última hora, podrían resolver estos dos jugadores que ya queman las últimas fases de su recuperación. Isco sufrió un esguince en su tobillo que ya parece olvidado mientras que el edema de Asensio en su rodilla operada camina por la misma senda. El último pase siempre ha sido cosa del 22 blanco, habituado más a servir que a empujar. El nuevo 11 merengue ya demostró con anterioridad que puede aportar gol. Dos fichajes para Zizou.
Zidane, que prefirió en Anoeta tirar de Marvin y Arribas en vez de otro delantero como Jovic o Mayoral, podría necesitar otro 9 más allá de un Karim Benzema que apunta a jugarlo todo. Los debuts de los canteranos, de estar en plenas condiciones tanto Isco como Asensio, quizá no se habría dado ni disfrutado de su primera aparición con el primer equipo. El juego combinativo del dúo español pude ser ese plus ofensivo que necesitó el Madrid en Anoeta. En Sevilla se verá.