Fede Valverde se ha convertido esta temporada en el ironman del Real Madrid. Más allá de sus cualidades técnicas, el uruguayo ha destacado desde siempre por tener un fondo físico privilegiado. Desde que irrumpió en la primera plantilla, allá por 2018, el mediocentro se convirtió en un pulmón extra para el equipo. Pero ha sido esta temporada cuando se ha evidenciado más esa resistencia del jugador, puesto que va camino de ser un hombre récord este curso, en el que ha jugado todos los partidos.
Valverde ha tenido presencia en todos los encuentros en los que el Real Madrid ha jugado esta temporada. Ni siquiera en la primera ronda de Copa frente a la Arandina se quedó sin jugar el charrúa, que ante el Cádiz, en un partido en el que Ancelotti rotó a prácticamente todo el equipo pensando en el Bayern, tuvo unos minutos al final.
El mediocentro del conjunto blanco es un futbolista todoterreno, que ha sabido cumplir siempre con nota en las distintas demarcaciones en las que se le ha necesitado. Esta temporada, a pesar de que no presenta unos números espectaculares de cara a portería, como sí que promedió el pasado año, se ha convertido en todo un seguro para Ancelotti y en un jugador capital.
Valverde es, de largo, el futbolista más utilizado por el italiano este curso. En los 49 partidos que han disputado los madridistas ha tenido participación, sumando un total de 3.877 minutos y un total de 43 titularidades. Sólo fue suplente ante Getafe, Unión Berlín, Arandina, Las Palmas, Real Sociedad y Cádiz, pero en todos ellos acabó entrando desde el banquillo.
Además, el jugador del Real Madrid ha mostrado tener un físico privilegiado. Es uno de los pocos hombres de Ancelotti que no se ha lesionado en lo que va de curso y, además, salvo que vea una roja en los próximos encuentros, no corre riesgo de perderse por sanción ningún choque. Y, es que, pese a ser el hombre más utilizado por el técnico este curso, sólo ha visto dos amarillas en lo que va de Liga.
A estos números hay que sumar los siete partidos que ha disputado en los parones internacionales con su selección. Con Uruguay es también un futbolista importantísimo, hasta el punto de ser su capitán con sólo 25 años. Valverde ha recorrido una importante suma de kilómetros esta temporada para viajar y jugar con la selección de su país y, aún así, nada más cruzarse el charco, ha ido directo al césped con el Real Madrid.
Valverde es innegociable en el Madrid
Fede Valverde se ha convertido en uno de los futbolistas capitales para Ancelotti, que desde que llegó por segunda vez al banquillo, ha mostrado su confianza ciega en el uruguayo. A base de entrega y constancia, el charrúa se ha ganado a pulso convertirse en un jugador intocable, hasta que ha llegado a ser el hombre con más minutos de la plantilla.
Esta temporada, a pesar del aumento de la competencia en el centro del campo, con la llegada de Bellingham o Güler, y del cambio de esquema, la presencia de Valverde sigue siendo innegociable. No se le puede poner un pero a su temporada, ni siquiera pese a que ha marcado muchos menos goles que el pasado curso. De hecho, suma sólo dos goles, pero uno de ellos es uno de los mejores y más importantes del Real Madrid en lo que va de curso.
Valverde fue el encargado de rescatar al conjunto blanco contra el Manchester City en el Santiago Bernabéu, haciendo el gol del empate a tres, con un voleón que permitió a los madridista marcharse con todo abierto al Etihad. Allí, acabó fundido tras jugar los 120 minutos y ser uno de los jugadores más destacados. Su fatiga llegó a tal punto, que fue incapaz de lanzar un penalti en la tanda, renunciando a ello y dejando que fuera otro compañero quien lo hiciera.
Un líder en la sombra
Pero no sólo sobre el césped sobresale el uruguayo. Valverde es uno de los hombres clave de un vestuario que, a pesar de estar repleto de jugadores legendarios, estrellas y talentosas promesas, es de los más sanos que se recuerdan por Valdebebas. El jugador es uno de los líderes en la sombra del equipo, como líder de la nueva generación de jugadores. A sus 25 años, es el veterano de los Vinicius, Rodrygo o Brahim, sumando además seis temporadas ya en el primer equipo y un total de 11 títulos, tras la Liga lograda el pasado sábado.
De hecho, tras dejar cerradas las semifinales de la Champions, después de una agónica tanda de penaltis ante el Manchester City, Valverde representó ese liderazgo al dejarse ver junto a Brahim en una barbacoa celebrada en casa de Arda Güler. El turco, cuya gestión del salto al Real Madrid no fue sencilla por las lesiones que tuvo en los primeros meses, ha encontrado en el uruguayo a uno de sus grandes apoyos dentro del vestuario.
