Los caminos de Haaland y el Real Madrid parecen llamados a encontrarse en un futuro más o menos cercano. El delantero noruego es una de las grandes sensaciones del fútbol mundial –sino la principal– debido a su explosión en la presente temporada, y los blancos vivieron en primera persona uno de los pasos iniciales del futbolista en la que sería la temporada de aparición entre los mejores jugadores del planeta.
Salzburgo y Real Madrid acordaron la celebración de un partido amistoso de pretemporada en el Red Bull Arena, al que los blancos –de verde esa tarde– acudieron tras una preparación irregular y como penúltima prueba de toque antes del comienzo de la temporada oficial. Seguía siendo tiempo de pruebas y el equipo, joven y semidesconocido como el austriaco, propuso un once plagado de savia nueva en el que pronto comenzó a destacar su delantero centro.
Superando los 190 centímetros de altura y con un pesaje también imponente, Haaland marcó diferencias con sus movimientos desde el primer minuto, ante un Madrid con tres centrales –Varane, Ramos y Militao– sobre el verde. Las condiciones quedaron patentes a pesar del desacierto en el remate final, pero cada cuerpeo, cada movimiento hacia la portería de Courtois llamó la atención del espectador neutral y no pasó desapercibida en la comitiva madridista.
Por entonces, Haaland no era sino un proyecto más de cuantos acostumbra a producir el Red Bull Salzburgo, con sólo dos encuentros en la Bundesliga Austriaca la anterior campaña y 19 años recién cumplidos. El Madrid apuntó su nombre y pronto comenzó a sonar con fuerza en todo el continente. Un hat-trick en el debut de su equipo en Champions recordó a los blancos el delantero al que se habían medido, apenas 45 minutos, en ese encuentro de pretemporada, y a partir de ahí, los apuntes pasaron a formar parte de la historia la temporada.
40 goles en 33 partidos decoran la estadística individual de ese delantero rubio, de potencia y envergadura diferenciales que llamó la atención del Madrid en agosto y por el que ahora se pelea media Europa. La relación del Real con el Salzburgo no se convirtió en un traspaso sonado de Haaland al Bernabéu, pero meses después, en medio de un periplo de confirmación en el Borussia Dotmund, los caminos de Erling Haaland y el Real Madrid vuelven a encontrarse.