Desde que llegó el pasado verano, Carlo Ancelotti ha conseguido mejorar al Real Madrid que se vio el pasado curso. Sin embargo, aún le quedan varios aspectos por pulir. No era una tarea sencilla, puesto que el equipo venía de cuajar una buena campaña, llegando a semifinales de Champions y quedándose a dos puntos de ganar la Liga, a pesar de la plaga de lesiones sufrida durante los nueve meses de competición. Pero este equipo es más vertical, más efectivo y ha conseguido mantener esa solidez atrás que presentó con Zidane en el banquillo. Aún así, todavía tiene varias tareas pendientes para hacer del conjunto blanco un equipo mucho más fiable.
El líder de la Liga Santander es menos líder tras la disputa de la jornada 19, en la que cayó ante el Getafe. Los madridistas vienen de cuajar una primera vuelta perfecta ante los rivales de la zona alta de la clasificación –cediendo únicamente un empate ante el Villarreal– pero los números ante los más modestos son distintos. Los blancos han perdido dos encuentros y no han podido pasar del empate en otras tres frente a equipos de la mitad baja de la tabla.
A los madridistas se les atragantan los equipos modestos, debido a diversos motivos, en los que Carletto deberá ponerse manos a la obra cuanto antes para no tropezar de nuevo en la misma piedra. Aunque ha conseguido hacer del Madrid un equipo más peligroso, más vertical y más eficaz, le quedan tres objetivos por conseguir.
Romper los muros
Sheriff, Osasuna, Cádiz y Getafe se han llevado algo positivo en sus enfrentamientos ante el Real Madrid. Todos tienen algo en común, más allá de no haber perdido, y es que los cuatro plantaron un muro atrás que fue imposible de superar por los madridistas. En concreto, los tres últimos, presentaron una defensa de cinco ante los blancos, que fue impenetrable por los de Ancelotti.
Un problema que viene de lejos, pues ya se daba también el pasado curso, pero este año, con la mejora ofensiva del equipo, continúa y se ha evidenciado más. Lo reconoció Casemiro tras caer en el Coliseum ante los azulones, a los blancos les faltan soluciones e ideas cuando se miden a un equipo que cierra con cinco hombres y que les reduce en exceso los espacios.
Saber vivir sin Benzema y Vinicius
Karim Benzema y Vinicius Júnior son los dos jugadores más en forma del Real Madrid, por lo que es lógico que lleven un mayor peso en el ataque y sean más determinantes que el resto de sus compañeros. Sin embargo, el conjunto blanco sufre demasiada dependencia de ambos, pese a contar en su plantilla con jugadores de gran calidad.
Cuando cualquiera de los dos no está o no cuaja su mejor actuación, al equipo le cuesta encontrar recursos para superar a las defensas rivales. Prueba de ello es que entre los dos han marcado más del 58% de los goles de los blancos. Cuando juegan juntos, el equipo promedia 2,2 goles por partido, cifra que desciende hasta el 1,3 cuando falta uno de los dos.
Recuperar a la segunda unidad
Otro de los aspectos en los que Ancelotti debe mejorar este curso es en su gestión del grupo. El técnico decidió hace tres meses dejarse de pruebas y apostar claramente por un once muy definido, en el que sólo han entrado jugadores a consecuencia de lesiones o sanciones. Una decisión que ha tenido resultados más que positivos –15 partidos sin perder–, pero también ha provocado la desconexión del resto de la plantilla.
El italiano apenas cambia y, cuando lo hace, son pocos los jugadores que consiguen rendir a un buen nivel. A la hora de buscar revulsivos, apenas se encuentra con hombres que en este momento se encuentren en condiciones de decidir un partido, como se pudo comprobar en Getafe con cada uno de los cinco jugadores que ingresaron en el terreno de juego.
