La etapa de Raúl González Blanco como entrenador del Real Madrid Castilla se cierra. Para la próxima temporada, el histórico delantero de Chamartín no será al mando del filial madridista y dejará las llaves de los banquillos del Di Stéfano a Álvaro Arbeloa, el actual técnico del Juvenil A. Este sábado a las 19:00, el ariete se despedirá en Alcoy, tras seis años que marcaron una época.
Tras su brillante carrera como jugador, Raúl decidió dar sus primeros pasos como técnico en la estructura formativa del club, asumiendo el reto de guiar a las nuevas generaciones desde los banquillos de Valdebebas. Primero, lo hizo con el Cadete B, en 2018. Luego, llegó al filial en 2019. Su primera temporada fue rocambolesca. No por los resultados, que eran más que correctos, pero por una tal COVID-19 que lo interrumpió todo.
Raúl y la Youth League
Pero esta pandemia hizo que se convierta en historia de La Fábrica. Porque en el verano de 2020, Raúl asumió provisionalmente el cargo de entrenador del Juvenil A tras la salida de Dani Poyatos. Con la interrupción de todas las competiciones ligadas al Castilla, el ‘7’ dirigió al equipo que conquistó la primera y única Youth League del Real Madrid. En Nyon (Suiza), los merengues consiguieron derrotar al Benfica en la final de la mini-Champions por 2-3.
El casi ascenso a Segunda
Ya de vuelta al Castilla, Raúl demostró su capacidad para adaptarse a las exigencias de una categoría tan compleja como la Primera Federación, donde los filiales compiten con equipos veteranos y experimentados. A pesar de las constantes renovaciones en la plantilla, fruto de la promoción de jugadores al primer equipo o de su salida a otros destinos profesionales, el equipo dirigido por la leyenda blanca mantuvo siempre un nivel competitivo alto.
La temporada 2022-23 fue especialmente significativa, ya que el Castilla estuvo muy cerca de lograr el ansiado ascenso a Segunda División. Tras una gran campaña regular, el equipo llegó a la final del playoff, donde luchó hasta el último minuto contra el Eldense. El sueño del ascenso se escapó por muy poco, pero el esfuerzo y el fútbol desplegado por los jóvenes madridistas dejaron una excelente imagen.
Durante su ciclo en el banquillo, Raúl también se enfrentó a retos importantes, como la gestión de lesiones, la presión de los resultados y la necesidad de mantener la motivación de un grupo en constante cambio. Sin embargo, su liderazgo y su conocimiento del club permitieron que muchos futbolistas dieran el salto al fútbol profesional, algunos incluso llegando a debutar con el primer equipo (Raúl Asencio, recientemente). Su apuesta por el talento joven y su insistencia en inculcar los valores del Real Madrid han sido dos de sus señas de identidad.
No obstante, Raúl decidió poner fin a su etapa en el Castilla, convencido de que era el momento de buscar nuevos desafíos en su carrera como entrenador. Todo apunta a que recaerá en el Schalke 04 de Alemania, equipo en el que también fue futbolista. Su sucesor en el filial será Álvaro Arbeloa, otro exjugador emblemático que recoge el testigo con la intención de mantener el nivel de exigencia y de seguir formando a los futuros talentos del Real Madrid.