Brahim Díaz fue la mejor noticia del entrenamiento del Real Madrid previo al encuentro contra el Celta que se celebrará este sábado en el estadio Municipal de Balaídos. El malagueño ya no sólo corre por el césped con las botas, sino que ya toca balón. Por lo tanto, apunta al Clásico que se celebrará en el estadio Santiago Bernabéu.
El 14 de septiembre, Brahim sufrió un pinchazo a los 17 minutos del encuentro que enfrentó a Real Sociedad y Real Madrid en el abductor largo de la pierna derecha. Tras realizar una arrancada en tres cuartos de campo que finalizó con un pase en profundidad hacia Mbappé que acabó en nada, el madridista sintió un pinchazo del que no se pudo recuperar. Al irse al banquillo, el jugador mostró claras muestras de dolor y Ancelotti se interesó por un estado físico que preocupó mucho al madridismo. El malagueño se quedó en el banquillo viendo el final de la primera mitad junto al resto de los suplentes.
Horas después de la lesión, Brahim se sometió a pruebas médicas y se confirmó que sufría una lesión que le iba a tener, en principio, tres meses apartado de los terrenos de juego. Es decir, el atacante se iba a perder todo lo que restaba de 2024 y no iba a regresar hasta enero de 2025. Pero el malagueño ha devorado todos los plazos y su vuelta está muy cercana.
El resto del entrenamiento se desarrolló con absoluta normalidad. Ancelotti no pudo contar con Alaba, que no tiene fecha de regreso, y Carvajal, que tiene por delante un larguísimo camino antes de volver a los terrenos de juego. Los blancos están obligados a ganar contra el Celta para no perder la estela de un Barcelona que se medirá en casa contra el Sevilla el domingo.