El futuro de Gareth Bale pasa por el Real Madrid. Tal y como contó OKDIARO el jugador no quiere marcharse del club madridista y su único deseo es seguir vistiendo de blanco muchos años más. Así lo ha confirmado su agente, Jonathan Barnett, en un una entrevista concedida a BBC Radio 4 en la que asegura que el extremo galés «es muy feliz en Madrid» y descartó la posibilidad de que regrese a la Premier League.
«Como siempre he dicho, él es muy feliz en Madrid. Lleva un estilo de vida muy agradable, no veo razones para que cambie», comentó Barnett. El agente del jugador considera muy poco probable que vuelva a la Premier League a pesar de los rumores sobre el interés de algunos equipos como el Newcastle: «Volver sería una gran noticia, pero no creo que quiera hacerlo en estos momentos ya que está muy feliz de jugar en el Madrid».
Pretendientes no le faltan. Varios clubes de la liga inglesa quieren hacerse con los servicios de Bale (Manchester United, Chelsea, Tottenham, Manchester City o Newcastle), incluso se habló de la MLS, opción que tampoco contempla: «No tengo ni idea de cuál es su valor de mercado, su salario es bastante alto y dónde quiere estar es muy importante en su vida. Son los clubes los que deben decidir qué quieren pagar por él».
«Financieramente querrá lo suficiente para el resto de su vida y para sus hijos y sus nietos. Bale lo ha ganado todo excepto la Copa del Mundo», afirma Barnett dejando entrever que la único opción que contempla el futbolista es la de seguir en el Real Madrid. Las declaraciones de su representante dejan claro que el futbolista no tiene ninguna intención de abandonar la capital de España pese a que no cuenta para Zinedine Zidane.
Bale se mantiene en sus trece e insiste en seguir en el conjunto blanco otro año más. No parece importarle el hecho de que no entre en los planes del técnico francés. Rechazó a la MLS y ahora a la Premier, confirmando así lo que contó este diario en su día de que quiere continuar a pesar de que el Real Madrid lleva tiempo intentando venderle. Lo cierto es que su elevada ficha (15 millones de euros) y la crisis del coronavirus hacen aún más difícil poder traspasar al internacional galés, ya que pocos clubes pueden pagarle ese sueldo.