Hay indicios para pensar que los 30 minutos que Gareth Bale jugó ante el Eibar con especial desgana y sin ser influyente han podido ser la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Zidane. Con Zizou nunca se puede dar nada por sentado, la titularidad de James Rodríguez en el Reale Arena es el mejor ejemplo, pero la realidad es que el galés ha pasado de ser un jugador con cierta presencia en la plantilla al ostracismo más absoluto.
Bale no es que no jugase ante Valencia y Real Sociedad, es que directamente ni calentó. El galés sólo se levanta del banquillo, donde se le ve cómodo y no termina de entender que la mascarilla la tiene que llevar puesta, para ir al baño. Algo que suele hacer sobre el minuto 25 de cada encuentro. Pero para jugar no lo hace desde el pasado domingo y, aunque parece que ha pasado muy poco tiempo, sí han pasado muchas cosas. La sensación que Zidane transmite es que Gareth ya no cuenta. Y lo peor, es que al galés parece que le importa poco.
En el club cada día están más convencidos de que han perdido esta guerra. Lo han intentado, pero Bale ha puesto muy poco de su parte para dar la vuelta a la situación y recuperar la confianza de Zidane, que le hubiese vendido tras ganar la Decimotercera. Pero el que se marchó fue Cristiano y él. Gareth continuó y cuando Zizou retornó ahí seguía. El francés intentó recuperarle, lo ha hecho también esta temporada, pero le ha sido imposible. Y ahora, líderes y con ocho finales por delante para ganar el título que más le gusta, la Liga, no tiene tiempo para perder energías con esta situación.
El sentir de la entidad es que Bale, que es el principal culpable de todo esto y que ya parece imposible que de la vuelta a esta situación, es el último de la fila. Por delante están, evidentemente, Hazard, Vinicius, Rodrygo, Asensio o Lucas, cuando esté sano. Pero es que hasta James le ha pasado por la derecha, teniendo en cuenta que la situación del colombiano en el club es muy parecida a la de Bale, con una diferencia, el de Cúcuta está mucho más integrado en el vestuario.
El Real Madrid ahora tiene que pensar cómo colocar a Bale, que ya transmitió al club su deseo de seguir un año más, como mínimo. Con contrato hasta 2022, la entidad blanca le quiere dar salida como sea, pero el jugador tiene que querer salir y un club tiene que venir a por él, algo que, por el momento, no ha pasado. Eso sí, al mismo tiempo nadie le sorprendería que el miércoles ante el Mallorca fuese titular. Así es Zizou.