No marcaban el reloj la 21:00 horas del primer día del verano cuando saltaba la sorpresa. Sí, otra vez Zidane y su gusto por tirar por la borda cualquier pronóstico previo de la alineación del Real Madrid. En esta ocasión era demasiado. Casi imposible de imaginar. Es de primero de Zizou saber que no es amante de repetir equipo, por ello parecía complicado que los mismos que formaron ante el Valencia lo volviesen a hacer contra la Real Sociedad. Las quinielas eran múltiples y variadas, la plantilla blanca extensa. Unos hablaban de Bale, otro de Vinicius, algún atrevido de Asensio… Pero nada de eso, el galo se decantó por James Rodríguez.
Sí, 246 días después iba a volver a jugar un partido de Liga. Ocho meses y dos días para ser más concretos. Desde aquella mala noche en la que Zidane y sus chicos naufragaron en Mallorca. Posiblemente, el peor partido los blancos esta temporada. Aquel día el de Cúcuta fue titular, jugó los 90 minutos y no estuvo a la altura. Como el resto de sus compañeros. Unos días después jugaría ante el Galatasaray en Champions y luego inactividad hasta la Supercopa de España. Lesiones y decisiones técnicas le dejaron sin disputar un solo minuto hasta 2020.También participó en Copa, pero en la Liga nada. Hasta ahora.
Confirmando lo que se había comunicado una hora antes, ambos equipos saltaban al campo y James estaba entre los once elegidos. Estrada Fernández pitaba el inicio del encuentro, la Champions, el liderato y recuperar la confianza por parte del atacante se ponían en juego. Y en los primeros minutos las cosas no fueron bien. El colombiano se escoró en la banda derecha, lo que le permitió entrar muy poco en juego. Perdido en el lateral su capacidad de influencia era mínima. Y encima, físicamente no estaba en su mejor momento. Hasta que llegó el parón para beber y todo cambió.
Tras este nuevo tiempo muerto de este nuevo fútbol Valverde y James intercambiaron la posición para dar la vuelta a la primera media hora de partido. Más centrado empezó a tocar el balón, el juego ya sí pasaba por sus botas y terminó el primer tiempo siendo el principal protagonista en la mejoría de un Real Madrid que no era capaz de sentirse cómodo ante un Real Sociedad perfectamente asentada en el terreno de juego.
Tras el paso por los vestuarios el Madrid cambió el dibujo. El rombo que sólo utiliza Zidane cuando tiene a Isco disponible lo probó con James y funcionó, hasta que Vinicius fue víctima de un penalti que Ramos transformó, el capitán se lesionó y tuvo que ser sustituido y el equipo se vino abajo ante un Real Sociedad que buscó con ganas y fútbol el empate, pero Benzema puso el 0-2, la intensidad bajó y Zizou retiró al colombiano por Asensio cuando restaba algo menos de un cuarto de hora para el final. Sin ser decisivo, pero sin ser ni mucho menos el peor del equipo, se retiró la grada. Ya saben, la nueva normalidad.
La situación de James Rodríguez no cambia mucho. Su relación con Zidane no es la mejor, el club cree que puede sacar una importante cantidad de dinero si le vende en el próximo mercado y él quiere salir en busca de unos minutos que en el Madrid no suele tener. A pesar de todo esto, Zizou mientras siga siendo su jugador lo utilizará y el futbolista tratará de aportar con su calidad. Que tiene y mucha.
