La vida de Carlo Ancelotti y de sus jugadores cambiará radicalmente a partir del próximo sábado. Esta será la última vez que los blancos sólo jueguen un partido cada siete días hasta la semana del 19 de diciembre. Después del duelo contra el Betis, que se celebrará en el estadio Santiago Bernabéu, el conjunto blanco comenzará una maratón de duelos sin descanso. Meses llenos de encuentros en los que el italiano tiene claro que tendrá que rotar mucho y cambiar radicalmente los métodos de entrenamiento. Se acabarán las sesiones en el césped en las que ha mezclado trabajo con balón y físico para dejar paso al trabajo de recuperación y a las sesiones de vídeo, muy importantes para una temporada tremendamente exigente.
«Cuando juegas cada tres días no hay mucho que hacer porque hay que hacer sólo un trabajo intenso. Para el resto hay que hacer trabajo de recuperación y usar los vídeos. Estamos acostumbrados», aseguró Ancelotti en la rueda de prensa previa al duelo ante el Espanyol. El italiano tiene un plan para los meses que se vienen, donde el Real Madrid casi jugará más que entrenará. Por ejemplo, en el mes de octubre los blancos tendrán que disputar nada más y nada menos que nueve partidos entre la Liga y la Champions.
Por lo tanto, a partir del domingo las semanas del Real Madrid cambiarán radicalmente. El sábado jugarán, el domingo recuperarán, el lunes viajarán a Glasgow, donde entrenarán, el miércoles descansarán, el jueves volverán al trabajo pensando en el Mallorca, al igual que el viernes, el sábado realizarán una sesión suave antes del duelo contra los baleares y el domingo otra vez a jugar. Así serán los próximos días de los blancos, pero este ejemplo se puede extrapolar a casi todas las semanas de competición.
La temporada se endurece notablemente y durante todas estas semanas los entrenamientos serán suaves y el descanso pasará a ser muy importante. Por lo tanto, las sesiones de vídeo en Valdebebas aumentarán notablemente. Ancelotti trabajará en la pantalla toda la táctica que no podrá probar dentro del césped.
Ahora es cuando el método Pintus tiene que empezar a mostrar sus resultados. El objetivo del preparador físico era que sus jugadores llegasen con el pico de forma a mediados de noviembre, cuando el fútbol de clubes se parará para dejar paso al Mundial. Durante todo el verano los ha machacado para conseguirlo.