David Alaba tardó muy poco en hacerse amo y señor de la defensa del Real Madrid. Su calidad, potencia y jerarquía le convirtieron en pocos meses en uno de los hombres fuertes de la caseta madridista. Luego, llegó la eliminatoria contra el PSG, cogió la silla y también se metió de lleno a toda la afición blanca. Esta temporada, la segunda en el club de las 14 Champions, la ha empezado a lo grande. Buen partido y primer gol en la Supercopa de Europa para comenzar a ganar el título.
Tras este partido, Ancelotti fue preguntado por cómo ha evolucionado el central desde la etapa en la que ambos coincidieron en el Bayern de Múnich hasta ahora. “Ha cambiado su manera de jugar, es un futbolista con más experiencia, con más habilidad táctica, con mejor posicionamiento, y es un líder atrás, mueve muy bien la línea. Ha mejorado mucho comparándolo con cuando lo tuve en el Bayern, era un jugador mucho más físico que de posición entonces”, explicó.
Ancelotti conoce como pocos a Alaba y no ha tiene el más mínimo inconveniente en explicar la evolución de un jugador que ha dejado a un lado su poderío físico, ese que desempeñaba sobre todo en la banda izquierda, para convertirse en un futbolista mucho más maduro al que le queda como un guante el traje de líder. Junto a Militao han formado, posiblemente, la mejor pareja de centrales del mundo. Un dúo que el italiano no va a romper.
La mano de Ancelotti
A Alaba le vino muy llegar al Rea Madrid con Ancelotti como entrenador. El italiano le conocía y sabía de lo que era capaz. Su año y medio en el Bayern fue un indiscutible para Carletto, aunque en el Real Madrid iba a querer un poquito más de él. De sobra es sabida su potencia y su capacidad para adaptarse a diferentes zonas del terreno de juego, pero tenía que empezar a liderar.
Por ello, tras unos primeros partidos como lateral izquierdo, pronto pasó a ocupar el centro de la defensa con Militao como socio. Y desde ese momento no ha dejado de crecer. Los dos se han hecho mejores uno al otro. Es una pareja sensacional, donde Alaba manda, pero ambos se apoyan. Contra el Eintrach se vio como cuando uno cometía el más mínimo error, el otro leía la acción para apagar el incendio.
Para Ancelotti este Alaba es un futbolista diferente al que conoció en Múnich. Se ha convertido en un jugador que entiende mucho mejor el juego que hace unos años. Lo que Carletto quiere explicar es que sin los despliegues físicos del pasado, aunque de vez en cuando asoman, el austriaco ahora es un verdadero líder. Dentro del campo es el jefe, el encargado de mandar a la zaga y de sacar la pelota con mucho criterio.