David Alaba afronta sus últimas semanas en el Bayern de Munich, después de tomar, hace meses, la decisión de abandonar la nave bávara para enrolarse en una nueva aventura en la élite del fútbol europeo. El austriaco jugará, salvo sorpresa mayúscula, en el Real Madrid, y explicó a los socios del Bayern la decisión de marcharse del club que le ha dado todo al máximo nivel.
Alaba llegó al Bayern con 16 años recién cumplidos y se marcha después de 13 en los que ha saboreado las mieles de la victoria tanto en Alemania, con la Bundesliga, como a nivel europeo. Su palmarés incluye nueve títulos de campeón de liga y dos Champions League. Su acuerdo con el Real Madrid puede depararle muchos más éxitos, toda vez que a sus 28 años aún le queda mucho fuelle al máximo nivel.
«Siempre es difícil cuando llega el momento del final y no es ningún secreto que siempre me he sentido muy cómodo aquí», dice Alaba en la entrevista, para la revista de socios del Bayern de Munich y recogida por Kicker. «Por supuesto que dejo el Bayern con una lágrima en los ojos, pero al mismo tiempo me alegro por mi futuro. No fue una decisión contra el club», explica.
«Tomé la decisión por mí. Quería hacer algo nuevo y dar un paso adelante. Para crecer, debes salir de tu ‘zona de confort’, y pongo esto entre comillas porque no quiero que se malinterprete. En el Bayern las expectativas deportivas son siempre extremas, ya vengan de los responsables del club, en el vestuario o de uno mismo. Quiero decir que uno tiene que ir hacia lo desconocido para madurar de nuevo», añade el defensor austriaco.
El internacional echará de menos al Bayern, como explica en la entrevista «El vestuario y mis compañeros, los aficionados en el estadio, el ambiente en Säbener Strasse, donde viví dos años al principio en la residencia para jóvenes…», indica en unas bonitas palabras, en las que también recuerda algunas anécdotas con sus compañeros. «Siempre recuerdo cómo al principio Ribéry me llevaba siempre a cenar en el coche, cuando yo aún no tenía carné de conducir».