El Real Madrid tenía en sus manos la oportunidad de vencer por primera vez en un Clásico femenino, pero no pudo ser. Ambos equipos llegaban a este noveno encuentro de la historia invictos y con la mayor igualdad de siempre, pero el Barcelona volvió a demostrar que es, todavía, algo superior a las blancas. Las de Jonatan Giráldez continúan, un partido más, invictas y líderes en esta Liga Finetwork con ocho de ocho en victorias y alejándose en cinco puntos al Madrid CFF, en segunda posición. Mientras tanto, el conjunto blanco cosecha su primera derrota de la temporada, situándose a ocho puntos del liderato.
El Barcelona comenzaba el partido como un auténtico vendaval con dos ocasiones clarísimas en los dos primeros minutos del encuentro. Primero fue Geyse, que se presentó sola ante Misa a la salida de un saque de banda, pero la guardameta canaria lo solventó con una gran parada. Después, fue Patri Guijarro quien tuvo la segunda ocasión de cabeza rematando el balón al travesaño, pero ya a la tercera fue a la vencida en el minuto cuatro de partido. Crnogorcevic, tras una gran asistencia de Patri Guijarro, envió el balón al fondo de la red con un gran cabezazo. El asedio de las azulgranas era total y se vio reflejado con merecimiento en el marcador.
Pero esto no quedó ahí. A los pocos minutos de abrir el marcador, la goleadora suiza volvió a presentarse sola ante Misa, pero la portera madridista dijo «no» a la ‘7’ visitante. Las locales no habían entrado bien al partido y el Barcelona trataba de hacer sangre buscando el segundo gol de la mano de Geyse y Crnogorcevic con Patri Guijarro como escudera y principal protagonista.
La presión alta es y ha sido una de las grandes señas de identidad de este Barcelona y de esta manera se presentaron en el estadio Alfredo Di Stéfano. Ni el gol les hizo relajarse a las azulgranas, complicando y mucho la salida del balón de las jugadoras del Real Madrid. Pero pasaron los minutos y las chicas de Alberto Toril comenzaron a sentirse algo más cómodas después de unos primeros 20 minutos de total acoso. Pero no fue hasta el minuto 36 cuando Esther tuvo en sus botas el empate. En un error en salida de balón de las azulgranas, la jugadora número ’10’ vio como recibía el balón casi sin esperarlo, pero no pudo hacer ni cosquillas a la guardameta visitante. El Barcelona respiraba tranquila tras esta primera ocasión entre palos del Real Madrid.
Y cuando el conjunto blanco había logrado asentarse en el partido, después de un inicio titubeante, llegó el gol psicológico que daba la estocada, aunque no definitiva, al equipo blanco. Corría el minuto 43, a la salida de un córner, cuando Patri Guijarro, que había sido una de las jugadoras con mayor peligro, se encontró con el balón muerto y sola de marca para hacer mayor la diferencia y marcharse al descanso con un resultado que podría haber sido incluso mayor para las catalanas.
Ni los cambios dieron vida
Alberto Toril agitó la coctelera con un doble cambio en el minuto 51 dando entrada a Olga y Nahikari, pero ni con esas pudo redirigir el rumbo del partido. La segunda parte comenzó igual que la primera y si la montaña ya estaba cuesta arriba para las blancas, Aitana Bonmatí apuntilló por completo al Real Madrid con un gol a los pocos minutos de la salida del descanso. En un gran centro lateral de Rolfo y con Crnogorcevic otra vez como protagonista, asistió a su compañera para poner el 0-3.
Después de este tercer gol, el partido quedó prácticamente visto para sentencia. Se vio a un Real Madrid claramente tocado, mientras que las azulgranas continuaban muy cómodas en el encuentro. Ni con los cambios, ni con el paso de los minutos, las blancas se acercaron en demasía a la portería rival salvo en contadas ocasiones. El Barcelona tocaba y tocaba, mientras que las locales trataban de dar pequeños zarpazos a la contra, pero siempre sin éxito. Según avanzaba el encuentro, la gasolina comenzó a caer para ambos equipos, pero especialmente para las chicas de Alberto Toril.
Fue ya en el minuto 80 cuando Rolfo culminó la goleada con un gol de rebote tras varios rechaces dentro del área blanca. La jugadora sueca certificó el gran partido realizado por el conjunto azulgrana, mientras que las futbolistas del Real Madrid se lamentaban ante un resultado que quizás fuera algo desmedido.
Este inicio de temporada por parte del Real Madrid, sumado al pase a la Champions League eliminando al Manchester City, daba motivos más que de sobra para soñar y poder lograr la primera victoria de las blancas en la historia de los Clásicos. No obstante, las líderes de la Liga mostraron su claro dominio y ya miran hacia otro campeonato más. El 0-4 reflejó la superioridad sobre sus rivales, pero quizás algo excesivo para un partido donde apuntaba a estar más igualado que nunca.
