Victoria importantísima para las aspiraciones del Real Madrid Castilla. El filial se impuso a un claro candidato al ascenso como es el Nástic de Tarragona, por 2-1. Los de Raúl González saben que necesitan hacer del Di Stéfano un fortín para optar a acabar en la zona alta y, por el momento, mantienen el pleno de victorias. Un doblete de Óscar Aranda dio los tres puntos a los madridistas, que se asoman ya a los puestos de play-off.
No tenía un partido sencillo el conjunto madridista. Si había algo que ha demostrado el equipo tarraconense en este arranque liguero es gran oficio y su solidez defensiva. Se presentaron en Valdebebas sin perder y sin encajar, con dos victorias y un empate, mientras que los de Raúl habían caído en sus dos visitas, aunque en casa es otro cantar.
A última hora se conocía además la ausencia de Arribas para el encuentro, lo que imprimía un grado más de dificultad al cometido. Se sumaba a las bajas de Miguel Gutiérrez y Blanco, jugadores con ficha del Castilla pero, en la práctica, a las órdenes de Ancelotti. En estas, Raúl salía con un 4-4-2, formado por: Luis López; Santos, Pablo Ramón, Gila, Retu; Marvin, Dotor, Morante, Peter; Aranda y Latasa.
El arranque del encuentro fue más que igualado. Ninguno de los dos conjuntos conseguía imponer su dominio y las ocasiones se resistían. Hasta que Morante comenzó a dar fluidez en la medular y Marvin y Santos empezaron a aparecer por la derecha. Raúl tenía claro que la forma de hacer daño al Nástic era a través de los centros laterales y en carril diestro tenía a dos puñales.
Ni siquiera un nuevo contratiempo hizo fallar el plan. Latasa se tuvo que retirar, entrando en su lugar Gudjohnsen. Minutos después, ya al filo del descanso, Marvin puso un gran centro al corazón del área, donde se elevó Óscar Aranda para cabecear al fondo de la red. El joven delantero terminaría siendo el hombre del partido y se confirma como la gran revelación de la plantilla en este arranque liguero.
Tras el paso por los vestuarios, se vio un notorio cambio en el conjunto catalán, decidido a ir a por el empate. No tardó mucho en llegar, aunque con mucha polémica. No se creían los jugadores del Castilla el gol que devolvía las tablas al marcador. Básicamente, porque no fue gol. Desde la esquina puso Bonilla un centro cerrado con toda la intención. Luis López sacó el balón sobre la línea, pero el asistente dio gol.
El intento de gol olímpico que –sin VAR– subió al marcador hizo reaccionar a los madridistas. El plan seguía siendo el mismo que en la primera parte y, en esta ocasión, fue Peter quien apareció por la izquierda. El extremo puso el balón a la frontal, donde apareció Aranda de nuevo para colocarla rasa pegadita al palo. Disparo muy potente del juvenil al que no pudo llegar Manu García.
Desde ahí, la superioridad de los blancos se hizo cada vez más clara. El Nástic no llegaba, salvo en las pocas que tenían a balón parado, mientras que sufrían mucho atrás con un Castilla totalmente desatado. Tuvo la sentencia Santos, apareciendo en el área para rematar un balón que venía del costado zurdo, pero su potente volea cruzada se marchó fuera.
Pudieron pagarlo con dos puntos. Los tarraconenses buscaron el empate en los últimos minutos y lo llegaron a tener, tras un disparo desde la frontal que se quedó muerto en el área. Entre Luis López y Pablo Ramón terminaron sacando el balón, asegurándose la segunda victoria del curso. Seis puntos para los de Raúl, que ya miran de cerca los puestos de play-off de ascenso a Segunda División.
