Entre la inmensa riqueza táctica que siempre depara un Clásico entre Real Madrid y Barcelona, hay un aspecto que preocupa especialmente al equipo blanco en la Final Four de Kaunas: la defensa sobre Nikola Mirotic. La sanción de Guerschon Yabusele y la lesión de Gaby Deck han desplumado a Chus Mateo de sus dos mejores activos en la posición de ala-pívot. El técnico y sus ayudantes le dan vueltas a una de las claves del duelo sobre la pizarra.
«No va ser fácil. No lo es ni siquiera cuando están Deck y Yabusele porque Mirotic es un súper clase. Trataremos de suplirlos con la energía del que equipo y con otros jugadores. Veremos qué tal sale. Hezonja y Ndiaye seguramente van a tener opciones de encargase esa función de 4, pero también por qué no pensar en Cornelie, Abalde o Rudy Fernández, que han sido capaces de hacerlo. Todo eso entra en la cabeza», enumera Mateo.
Por alusiones. Mario Hezonja reconoce que no es su posición predilecta y también que ya jugó como ‘4’ durante su aventura estadounidense en Portland Trail Blazers o New York Knicks, pero con matices. «Pero en la NBA es fácil», contesta tan pancho el balcánico, un tipo abierto, siempre dispuesto a extenderse en sus contestaciones.
«Aquí es mucho más exigente porque en Europa los ‘4’ no botan y tienes que hacer el trabajo sucio, rebotear, bloquear, abrir espacios para los compañeros… En mi carrera he jugado en las cinco posiciones del baloncesto y yo sé que puedo hacerlas todas. Donde me necesite Chus yo voy a dar lo máximo porque para ganar da igual lo que anote cada uno, hay que hacer lo que el papel no enseña después del partido», anima.
La otra opción que primero le viene a la cabeza a Mateo es el novato Eli Ndiaye, quizá porque ya fue la gran sorpresa de la alineación en el quinto y decisivo partido contra el Partizan. «Cuando me dije que iba a ser titular le miré y dije: ¿Yo? Estaba preparado para defender y el día del Partizan fue mi oportunidad de enseñar a Chus lo que puedo hacer por el equipo», recuerda el senegalés de 18 años.
Una labor de equipo
Sin embargo, y como bien resume Alberto Abalde, otro de los candidatos a bailar en algún momento con las más fea, frenar a Mirotic está lejos de ser una tarea individual. «Tendremos que ser varios jugadores, no solo un jugador los que pasen por esa defensa. Mirotic es un generador de juego importantísimo y un grandísimo jugador, así que tendremos que hacer un buen trabajo los que pasemos por ahí. Yo encantado si me toca hacerlo par ayudar al equipo», se ofrece.
Hace un año, en el Clásico de semifinales en la Final Four de Belgrado, Mirotic firmó una actuación sobresaliente (26 puntos, 12 rebotes y 39 de valoración), pero fue el Madrid quien se quedó el billete para la final. El equipo blanco firmaría un desenlace así, pero por si acaso su entrenador se devana los sesos pensando en la mejor fórmula de frenar al ex madridista. Buena parte de sus opciones pasarán por acertar con la solución.