El Real Madrid y el Partizan de Belgrado abren en el WiZink Center su esperada eliminatoria de Euroliga al mejor de cinco partidos. Primer capítulo el martes, segundo el jueves en idéntico escenario y el foco sobre Zeljko Obradovic, el ogro por excelencia del continente, el entrenador que más veces ha ganado la Copa de Europa, una de ellas precisamente con el equipo blanco allá por 1995.
Una mirada al historial de Obradovic asusta al más curtido: 20 triunfos en 21 series de ‘playoff’ europeas con un balance de 49 victorias y 13 derrotas. Tan solo el Baskonia, verdugo en 2006 de aquel glorioso Panathinaikos que dominó la primera década del siglo, osó frenar el paso imperial del entrenador serbio. Nueve Euroligas adornan su palmarés, la primera precisamente con el Partizan (1992), con aquel triple milagroso de Sasha Djordjevic ante el Joventut de Badalona, y la más reciente al mando del Fenerbahce (2017).
Sin embargo, la gran diferencia es que esta vez su equipo no es el principal favorito de la eliminatoria. En su vuelta a la Euroliga tras ocho años de ausencia, el Partizan ha sido una de las noticias agradables de la liga regular, donde ha finalizado sexto por delante de otros clubes más experimentados como Fenerbahce, Baskonia o Anadolu Efes, el sorprendente bicampeón eliminado.
Inabordables con ventaja de campo
Kevin Punter, Mathias Lessort y el ex azulgrana Dante Exum son los principales peligros del equipo balcánico para inquietar a un Real Madrid que llega con un historial impecable: salió ganador de las ocho eliminatorias de ‘playoff’ que afrontó con ventaja de campo y en cuatro de ellas barrió sin contemplaciones a su rival por 3-0. Pero las confianzas son nulas ante la visita del ogro Obradovic, «un referente para todos», como lo define Chus Mateo.
«Le he visto entrenar desde pequeño e incluso he coincidido con él aquí, cuando yo estaba en la cantera y él ganó la Copa de Europa con el Real Madrid en 1995. Pero al final se trata de que el equipo juegue bien, que no haya dudas y que todo el mundo esté a una. Los jugadores son los protagonistas», avisa el entrenador del Madrid, que cuenta con un aviso bien reciente: hace tres semanas su equipo sucumbió en Belgrado (104-90).