Tristan Vukcevic se ha convertido en el nombre propio del baloncesto español, merced a su destacada actuación en un Clásico que supuso su bautismo al máximo nivel competitivo. El Real Madrid tiene una nueva joya que envidia Europa, pero la NBA también tiene monitorizado a un jugador que por condiciones, se adaptaría a medio plazo a lo que se requiere de un interior en la mejor liga del mundo. Vukcevic, sin embargo, no es el único canterano bajo el radar de la NBA, que vigila de cerca a la generación de 2003-04 de la sección madridista.
La gran aparición de Vukcevic después de un partido ante Coosur Betis que ejerció de telonero, tuvo lugar en el Clásico del pasado domingo, en el que Laso le otorgó las llaves de la pintura, compartiendo alquiler con Usman Garuba. Ambos canteranos, de 18 y 19 años respectivamente, se hicieron con el ritmo del partido a base de combinar sus variopintas cualidades, y acabaron colaborando con papel principal a la victoria, la primera en cinco partidos, sobre el todopoderoso Barcelona.
Vukcevic llama la atención por su físico, pero lo que de verdad impresionan son las cualidades baloncestísticas de un jugador de su tamaño y edad. Llegado a Madrid en 2016, superando ya los dos metros de altura, el balcánico en estos momentos levanta 209 centímetros del suelo, medición que podría incluso quedarse corta, y que complementa con unos hombros y brazos que aumentan su corpulencia.
Sin embargo, y al contrario de lo que pueda deslizar su físico, Vukcevic es un fino estilista sobre el parqué con una paleta ofensiva en la que destaca sobremanera su tiro desde la larga distancia. Altura de pívot y tiro de alero, una combinación perfecta que llegó a su máximo esplendor ante el Barça, donde con 11 puntos y 5 rebotes fue uno de los destacados del Madrid, e incluso se permitió el lujo de anotar un triple a menos de un minuto del final, que pareció sentenciar el partido.
En el Real Madrid son conscientes del interés que suscita un perfil como Vukcevic y después de haber vivido la misma situación recientemente con Doncic o Garuba, que tiene un pie en la NBA la próxima temporada, no se alteran por los cantos de sirena que llegan desde Estados Unidos. En la sección saben que Tristan, al igual que otros jugadores de su prolífica cantera, han sido monitorizados por varias franquicias norteamericanas, algo que se asume como lógico dada la fama a la que Alberto Angulo y su equipo han llevado a la cantera merengue.
Los acercamientos no son formales, sino una vigilancia que irá a más presumiblemente con el paso de las semanas. Desde la NBA se espera que Vukcevic siga con una progresión meteórica que le ha llevado a formar parte del primer equipo con sólo 18 años y una vez ahí, medir bien sus cualidades y el siempre imprescindible margen de mejora en jugadores potencialmente drafteables.
Además de Vukcevic, en la NBA han puesto su radar sobre otros jugadores de la cantera del Real Madrid. La otra ‘Fábrica’ se distingue en estos momentos como la mejor de Europa a la hora de acoger el talento de menores de edad y la generación que comanda Tristan Vukcevic (2003-2004) cuenta con otros jugadores que tienen monitorizados al otro lado del charco, con importantes visos de salir drafteados en los próximos años.
Spagnolo, el futuro de Italia
Italiano y fino estilista. El juego de Matteo Spagnolo (Brindisi, 2003) le lleva a ser confundido con el de un veterano por su gestión de los tiempos y la calidad que atesora en materia técnica. Base o escolta, el transalpino acaba de cumplir la mayoría de edad y su siguiente salto es la Liga Endesa, ya sea como parte del fondo de armario del Real Madrid o en una cesión que tendría lugar para potenciar sus cualidades. La NBA también le tiene marcado y su primer draft, al igual que el de Vukcevic, sería el de 2022. Sin embargo, en el Madrid confían que pueda permanecer muchos años en el equipo por su estilo y perfil de jugador más europeo, del que quieren disfrutar en el Palacio.
Núñez, la gran joya de la cantera
Es el gran talento de la cantera del Real Madrid, considerado así por encima incluso de Vukcevic. Juan Núñez (Madrid, 2004) tiene todos los ingredientes para convertirse en un jugador de peso en la NBA a largo plazo y, siempre y cuando la liga norteamericana no se cruce pronto en su camino, un líder en la cancha para el Madrid. Zurdo, potente físicamente –supera el 1,90– y con un talento descomunal como pasador, Núñez es un base efectivo y espectacular a partes iguales y en ambos lados de la pista. Su tiro exterior es en la actualidad su principal lunar, que ya está trabajando tanto con el EBA y el Junior como con el primer equipo. Pablo Laso ya accedió a llevarle al Playoff express de la pasada campaña cuando con 15 años fue elegido MVP de la Euroliga Junior.
Ndiaye sigue los pasos de Garuba
La gran aparición de los últimos meses en la cantera del Real Madrid, merced a una progresión meteórica en el plano técnico, que acompaña a un físico descomunal y similar, entre otros, al de Usman Garuba. Eli Ndiaye (Senegal, 2004) es otra de las perlas que, debido a su avance y perfil, contará con la oportunidad en el primer equipo en un futuro cercano y también con posibilidades de un salto a la NBA. Los ojeadores norteamericanos han acudido a vigilar a Núñez, Vukcevic o Spagnolo y se han encontrado con un jugador de gran físico y que cuenta con buena mano tanto para finalizar cerca del aro como para anotar desde la media e incluso larga distancia. Con un año menos que sus compañeros, Ndiaye es otro caramelo que avanza a pasos agigantados en la cantera madridista.
