La fuerza del líder de la Liga Endesa fue abandonada con la segunda derrota de la temporada en la fase regular. El Real Madrid sufrió un severo correctivo por parte de Valencia Basket, que pasó por encima de los madridistas en un día negro en ataque para los de Pablo Laso. Las bajas –Abalde y Tavares no se vistieron– y el desacierto en el tiro combinaron para que en el casillero de los blancos aparezca su segunda derrota, por 32 inmaculadas victorias. El marcador (69-79) no refleja lo que sucedió en la cancha, donde un Madrid cansado no pudo competir con el poderío e inspiración de Valencia.
Ataviados con las novedosas equipaciones de Star Wars, los madridistas no fueron ni mucho menos la fuerza que necesitaban para mantener un récord histórico de victorias en la ACB. Los blancos caen por segunda vez, después de que Tobey, Kalinic o Labeyrie les superaran de forma clara en un día antagónico en cuanto a sensaciones entre Madrid y Valencia.
Vincent Poirier fue la única nota positiva de un Real Madrid que acusó sus errores como casi ningún día y se perdió entre unos porcentajes nefastos tanto en la zona, donde no hubo más que a la aportación del ’17’ madridista, como desde la línea de tres, donde los intentos sumaban y sumaban sin que nadie refrendara los lanzamientos de Taylor o Llull.
Rudy, Laprovittola, Thompkins y Carroll, cuatro de los principales tiradores de la plantilla, combinaron para un horroroso 1/14 que por supuesto fue insuficiente para derrotar a un enchufado Valencia Basket. Los taronja abandonaron a su suerte al Real Madrid en mitad del calvario y desde el primer cuarto, cerrado con un marcador de 12-27, pusieron tierra de por medio para a partir de ahí administrar su renta.
La renta no bajó de los diez puntos favorables a Valencia Basket hasta los últimos minutos, donde un heroico Llull lideró el maquillaje de un partido en el que el Madrid no rindió como deseaba y se le presupone a un gran líder y su rival suma su sexta victoria consecutiva en la lucha por la cuarta plaza de la fase regular.
