El Real Madrid encajó la derrota más clara de la temporada en su visita a Zaragoza. Los pupilos de Laso nunca estuvieron enchufados a un partido que exigía máxima intensidad y concentración y salieron escalados de la cancha de la revelación de lo que va de temporada en la Liga Endesa.
Los maños cosecharon sus primeras ventajas saliendo al contragolpe. El Madrid sangraba con las pérdidas de balón y los fallos defensivos que permitieron a los locales conseguir puntos fáciles al contragolpe. Laso no sabía cómo parar una sangría que se hizo evidente al final del segundo cuarto con un parcial de 13-2 para los locales.
El descanso no reactivó a un Madrid que siguió sin terminar de engancharse al partido. Sólo Carroll mantenía a flote a unos visitantes que por no anotar no eran ni capaces de meter los tiros libres, al tiempo que el joven Alocen mostraba unas cualidades que pronto le convertirán en nuevo jugador del Real Madrid.
La ventaja se hizo más y más grande conforme pasaban los minutos llegándose a una desventaja de 25 puntos en el periodo final. Tavares fue expulsado por una técnica y el vaso se colmó. El Madrid capituló en los minutos finales sufriendo el mayor castigo en lo que va de temporada para deleite de los locales, que ya se ven con pie y medio en la próxima Copa del Rey.
Los pupilos de Laso acusaron el esfuerzo de la jornada de Euroliga, donde acumulan seis victorias consecutivos. Sin embargo, esta derrota no empaña que los blancos siguen liderando la competición doméstica. Con un 52% en tiros libres y 17 pérdidas de balón es imposible ganar a Zaragoza. Eso quedó como hecho constatado.