El Real Madrid solventó por la vía rápida la semifinal de Copa del Rey ante un Valencia Basket que pareció vacío tras eliminar al Barça el pasado jueves. Un superlativo Campazzo tanto en ataque –15 puntos y 9 asistencias– como en defensa –¡7 robos!– desequilibró el duelo antes del descanso llegándose a esa latitud del duelo con 14 puntos de ventaja para los blancos.
El equipo de Pablo Laso dejó claro desde el primer momento que no se iban a tomar el duelo como un entrenamiento como hicieron ante el Bilbao Basket. El conjunto blanco hizo un parcial de 9-0 de salida con un excelso Campazzo en la dirección. El Valencia, a través de un tremendo esfuerzo defensivo y con un descarado Abalde, respondía con un 0-7.
El entrenador madridista, sin embargo, no quería ningún tipo de relajación y yugoslavizó su rotación únicamente utilizando a seis jugadores en el primer cuarto. El resultado fue que el Valencia estaba fundido en el segundo periodo ante la gran exigencia para detener a Tavares, Randolph y compañía.
El Madrid, asentado en los 10 puntos de ventaja, pudo sentenciar a los taronja antes del descanso. Llull y Rudy acumularon un 0 de 8 en triples en ese lapso, pese a ello los madridistas se marcharon con una renta de 14 puntos, pero con sensación de que podían haber hecho más daño. Destacada fue la ovación del Martín Carpena a un Felipe Reyes que puede estar disputando la última Copa del Rey de su ilustre carrera.
Los chicos de Laso cambiaron el chip por completo al inicio de la segunda mitad. La teoría del ketchup se cumplió y todo lo que fallaron antes del medio tiempo les entró en la segunda mitad. El Madrid consiguió 33 puntos –por los 34 que sumaba al descanso– en un esfuerzo coral en el que Randolph mostró una versión absolutamente letal. El norteamericano se marchó anticipadamente en ese periodo por problemas en los aductores. Veremos si está a tope para el domingo.
El partido se quedó sin historia antes del periodo final con el Madrid moviéndose con ventajas superiores a los 25 puntos. Los blancos dieron un golpe de autoridad y un aviso para navegantes de cara a la final del domingo. El equipo de Laso tenía guardado su mejor versión de la temporada para esta semifinal de Copa. Una lástima que no fuese un mano a mano con el Barça, visto lo exhibido por un Valencia que ni compareció.