Deportes
Escalada de tensión

La grada de animación del Barça carga contra Laporta: «Están vendiendo el club económica y socialmente»

La relación entre la directiva culé y la grada de animación parece estar completamente rota

El detonante de esta situación tuvo lugar en el duelo de Champions contra el Brest, cuando la grada permaneció vacía

El Barcelona obliga pagar a su grada de animación multas impuestas al club por 21.000 euros

El conflicto entre la directiva del Barça que lidera Joan Laporta y la grada de animación blaugrana está alcanzando su punto de tensión más alto. Tras ser expulsados de Montjuic por no abonar las sanciones acumuladas por incidentes de temporadas anteriores, la relación entre ambas partes parece estar completamente rota. Este desencuentro refleja no solo la pugna por el espacio de animación, sino también una división más profunda, ahora la grada de animación del Barça carga directamente contra Laporta asegurando que «están vendiendo el club económica y socialmente».

El detonante de esta situación se remonta al partido de Champions League contra el Brest, cuando la grada de animación permaneció vacía tras la decisión de la directiva de no vender entradas para esa zona del estadio tras el impago de las multas. Según el club, el cierre fue consecuencia del impago de 21.000 euros en sanciones, acumuladas por comportamientos inadecuados en 14 encuentros de la temporada pasada. A pesar de las negociaciones entre las peñas afectadas y el área social del club, la directiva se mantuvo firme en su postura: no habría diálogo sin el previo pago de la deuda.

Frente a esta situación, los 572 miembros de la grada decidieron no asistir al partido y optaron por quedarse en casa. Sin embargo, la ausencia en las gradas no significó silencio. Para el encuentro contra Las Palmas, un centenar de miembros se manifestó en las inmediaciones del estadio con pancartas y cánticos como «Salvem la Grada» o «Barça sí, Laporta no». La tensión se percibía en el ambiente, y aunque el club llenó esas localidades con invitaciones a peñistas, quedó claro que el conflicto está lejos de resolverse.

Los grupos de animación que componen la grada (Almogàvers, Front 532, Nostra Ensenya y Supporters Barça) han anunciado que intensificarán sus protestas si no se encuentra una solución. En un comunicado conjunto han señalado que el cierre de la grada no solo afecta al ambiente en el estadio, sino que también representa una estrategia de la directiva para minimizar la crítica social. A medida que el conflicto se agrava, queda en el aire si el club podrá alcanzar un punto de encuentro con unos aficionados que consideran que su voz está siendo silenciada.

Este enfrentamiento pone de manifiesto una fractura en el Barcelona, no solo entre la grada de animación y la directiva, sino también entre las diferentes visiones sobre el futuro del club. Mientras Laporta sigue defendiendo su gestión como clave para la recuperación económica, los grupos de animación aseguran que se está perdiendo la esencia del Barça. Un choque de intereses que, de no resolverse, podría tener consecuencias profundas en el tejido social y deportivo de la entidad.

El comunicado de la grada de animación

«Después de décadas apoyando al equipo en sus mejores y, sobre todo, en sus peores momentos, en casa y fuera de casa, nos han privado de celebrar y disfrutar de nuestro 125 aniversario. Esto no va de sanciones económicas que no queramos pagar, hay mucho más de fondo.

Poco a poco el socio está perdiendo el peso que siempre ha tenido históricamente, que le corresponde. La poca comunicación y el total desinterés en el EDA, propuestas rechazadas sin ninguna argumentación, ver como las revendas de siempre todavía están permitidas, desnaturalizar las gradas de ambiente del fútbol llenando el estadio de turistas, olas con empate a cero, cambiar los colores históricos del club por puro marketing, toma de decisiones sin transparencia y sin consultar al socio, persecución de cualquier tipo de animación y discurso contrario, priorizar el espectáculo sin lugar al arraigo sentimental y familiar… Infinitas razones que dejan ver las intenciones de esta junta directiva, priorizar un modelo de negocio donde sale muy perjudicada la masa social más cercana y fiel al club.

Están vendiendo el club económica y socialmente. El cierre de nuestra zona, de la voz del estadio, es un paso más en la muerte social del club. O reaccionamos o acabarán destruyendo lo más importante que tenemos. Con la dignidad de la institución no se juega; con la historia del club, tampoco; con el valor del escudo y los sentimientos de los socios y aficionados, todavía menos.

Lucharemos por nuestros derechos como socios, como cualquier otro. Está en nuestras manos».