Garbiñe Muguruza reina en París

• Miguel Zorío @miguelzorio
• Redactor de deportes. Apasionado del deporte y especialista en motociclismo.
• • 04/06/2016 17:03
  • Actualizado: 05/06/2016 17:44

Histórica Garbiñe Muguruza. Le ha costado pero ya lo tiene, su primer Gran Slam ya está en sus vitrinas. Se impuso en dos sets a la número uno del mundo Serena Williams por 7-5 y 6-4 y se proclamó campeona de Roland Garros, tras un partido perfecto de la española. Recoge el testigo de Arantxa Sánchez Vicario, triple campeona del torneo parisino (1989, 1994 y 1998).

Serena comenzó intratable al servicio, no había manera de meterle mano pero Garbiñe resistió. Pese a sufrir para mantener su saque con 2-1 en contra, aguantó, igualó y se puso 0-40 al resto. Una doble falta de la número uno terminó dando el primer break del encuentro a Muguruza. Pero la pequeña de las Williams se levantó y logró empatar a cuatro.

Las dos jugadoras estaban dando un espectáculo digno de una final de Grand Slam, jugando a un gran nivel. La española tenía el control del partido, era superior a Serena. Su revés fue clave para volver a romperle el saque a la número uno del mundo y ponerse 6-5 arriba. Hasta los intercambios caían del lado de Garbiñe. La campeona de la pasada edición no quería dar su brazo a torcer tan fácilmente e intentó hacer el contrabreak, pero después de tres bolas de set, Muguruza se adjudicó la primera manga por 7-5.

Garbiñe estaba pletórica, sabía que tenía que hacer un partido perfecto para doblegar a la número uno. Aprendió la lección de Wimbledon 2014 y en el segundo set comenzó rompiendo el saque de Serena. En el inicio de la segunda manga reinó la locura. Ninguna de las dos mantuvo su saque en los tres primeros juegos, dos de ellos cayeron del lado de la número cuatro del ránking WTA, que fue la primera en consagrar la rotura al servicio.

No había manera de superar a Muguruza, se agrandó en la pista e hizo que Serena pareciese pequeña. Le pasó por encima sin darle ninguna opción haciendo que todo pareciera fácil. Pese a ir por detrás en el marcador, la norteamericana no se rindió y dio guerra hasta el final levantando cuatro bolas de partido. Pero Garbiñe se mantuvo firme y consiguió mantener la ventaja de un break para hacerse con el segundo set y proclamarse campeona de Roland Garros por primera vez en su carrera, con un puntazo espectacular.

No se lo podía creer. Hasta que no vio como el juez de silla Pascal Maria daba por bueno ese globo decisivo no se creyó que había ganado. Su cara era de asombro, como si fuera un sueño. Pero no lo era, esta vez el sueño se había hecho realidad. Garbiñe se tiró al suelo, al más puro estilo Rafa Nadal, se echó las manos a la cara y gritó de alegría. El esfuerzo por fin tenía recompensa. Y que mejor manera de hacerlo que ante una de las mejores jugadoras de la historia del tenis femenino, Serena Williams.

Una victoria que le alza hasta el número dos del ránking WTA por primera vez en toda su carrera. Se ha puesto a la altura de grandes leyendas del tenis español como Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez. El tenis femenino español está de vuelta, gracias a una joven de tan sólo 22 años llamada Garbiñe Muguruza.