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A la hora de aplicar el corrector para obtener un aspecto más joven y aprovechar al máximo sus beneficios, es esencial tener en cuenta algunos principios básicos. Aunque el mundo del maquillaje no tiene reglas escritas, el corrector es un producto imprescindible que ayuda a ocultar imperfecciones y a iluminar la mirada en cuestión de segundos. Al utilizarlo de manera adecuada, se pueden lograr resultados sorprendentes.
Para obtener los mejores resultados al aplicar el corrector y lograr un aspecto más joven, el primer paso fundamental es encontrar el tono adecuado que se adapte a tu piel. Opta por un tono ligeramente más claro que el de tu piel para proporcionar luminosidad y ocultar imperfecciones. Cuando trates las ojeras, elige un tono beige natural si las ojeras son suaves, y si son más oscuras, opta por un tono salmón ligeramente anaranjado. En el caso de corregir rojeces y granitos, selecciona un corrector de cobertura media con un tono que armonice con el color de tu piel, evitando que sea demasiado claro o oscuro.