Curiosidades
Pueblos

Casi nadie lo conoce pero España tiene el pueblo de Frozen y parece sacado de un cuento

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En el corazón de los Pirineos aragoneses se encuentra Lanuza, un pequeño tesoro que parece sacado de un cuento de hadas. Esta localidad, que parece congelado en el tiempo con sus calles empedradas y casas de piedra, ha sabido conservar su encanto más auténtico que combina una historia de supervivencia con un entorno natural fascinante. Uno de los aspectos más interesantes de este pueblo oscense es su similitud con los paisajes del famoso reino de Frozen.

El perfil de Instagram @viajede10 ha publicado recientemente un vídeo sobre Lanuza con la siguiente descripción: «Este pequeño pueblo del Pirineo aragonés, fue parcialmente inundado en los años 70 por un embalse y rescatado por sus vecinos en los 90. Su estampa de cuento, con casas de piedra junto al agua y montañas, recuerda a Hallstatt (Austria) y al reino de Frozen. Cada verano acoge el Festival Pirineos Sur, con conciertos y actividades culturales sobre un escenario flotante».

El pueblo de Frozen en España

» Este encantador pueblo pirenaico está situado en el corazón del valle de Tena, en la orilla izquierda del pantano al que da nombre, donde se embalsan las aguas del río Gállego».

La historia de Lanuza es muy sorprendente, ya que estuvo a punto de desaparecer. En los años 70, buena parte del pueblo quedó sumergido bajo las aguas del embalse. Afortunadamente, los vecinos lograron rescatarlo en los años 90, devolviendo a la localidad el esplendor que tuvo en décadas anteriores. Hoy, más allá de ser uno de los pueblos más bonito de España, es un ejemplo de cómo puede renacer un lugar y convertirse en un referente tanto histórico como cultural y natural.

Situado en el Valle de Tena, en la provincia de Huesca, este pueblo pirenaico atrae a familias que buscan relajarse, desconectar de la rutina y disfrutar del contexto con la naturaleza. Pasear por sus calles es como hacerlo en un museo al aire libre, con casas de piedra que conservan el estilo arquitectónico tradicional. Muchas de estas viviendas se reconstruyeron tras la inundación de los años 70, de manera que cada fachada transmite una historia única.

Precisamente, el embalse que estuvo a punto de provocar la desaparición del pueblo de Frozen para siempre, se ha convertido en uno de sus principales atractivos. Durante la época estival, este espacio acoge el Festival Pirineos Sur, un evento que reúne a artistas de todo el mundo y ofrece conciertos sobre un escenario flotante, actividades culturales y talleres que atraen a visitantes de todas las edades.

«Te enamorará este bonito pueblo de piedra y pizarra fruto del denodado esfuerzo y de la ilusión de sus antiguos habitantes por recuperar lo que un día les fue arrebatado por la construcción del embalse. Además de las maravillas del propio lugar y del entorno, Lanuza puede presumir de acoger Pirineos Sur, el prestigioso Festival Internacional de las Culturas. Cada verano, artistas de renombre de los cinco continentes actúan en el magnífico escenario instalado sobre las aguas del pantano. Un espectáculo único y un ambiente inigualable del que disfrutan miles de personas desde 1994», señala la web Turismo de Aragón.

Lugares de interés

Lanuza es una localidad que combina historia y naturaleza de una forma sorprendentes. Su casco antiguo es una joya que refleja un ambiente de cuento, con casas de piedra y plazas tranquilas que invitan a contemplar cada rincón. Los puentes de piedra que cruzan canales y arroyos muestran la relación hisorica del pueblo de Frozen con la montaña y el agua.

Rodeado de montañas, bosques y el embalse que refleja el paisaje, el valle ofrece un amplio de posibilidades para los amantes del senderismo. Desde el pueblo parten rutas de distintos niveles, desde paseos suaves perfectos para familias con niños pequeños hasta recorridos que ascienden a los picos cercanos, desde los cuales hay unas vistas increíbles del Pirineo y del valle.

Una de las rutas de senderismo más populares es la que va del casco antiguo a los alrededores del embalse y las montañas cercanas. Se trata de un recorrido de dificultad media cuyo principal atractivo radica en los paisajes cambiantes. La primera parte del sendero discurre bordeando pequeñas praderas y arroyos cristalinos. A medida que se avanza, los miradores naturales ofrecen vistas panorámicas del embalse y de las casas de piedra.