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Pink Light o cómo ayudar a las embarazadas que viajan en transporte público

Cuando subimos en un autobús urbano o en el metro, somos perfectamente conscientes de que hay una serie de asientos que están reservados para ancianos, para personas que cuentan con algún tipo de discapacidad física e incluso para las embarazadas. Pero, ¿qué sucede? ¿Se respetan siempre? La respuesta es clara: no.

Es más, incluso cuando esos espacios están ocupados por quienes deben, puede suceder que haya más personas que también los necesiten. En esas situaciones, ¿hay personas que se levantan de sus asientos y se los ofrecen? Seamos sinceros, en muy pocas ocasiones ocurre.

Por todo eso, y pensando especialmente en las gestantes, se ha puesto en marcha una singular iniciativa llamada Pink Light, que pretende ayudar a esas mujeres cuando viajan en transporte público.

¿Dónde se ha puesto en marcha?

En Asia es donde hemos podido conocer que ha surgido tan singular iniciativa. Más concretamente, parece ser que ha comenzado a probarse en Corea del Sur.

¿En qué consiste?

El objetivo fundamental de esta propuesta es que las embarazadas puedan viajar en transporte público de la manera más cómoda, es decir, que puedan disponer de asientos para así poder sobrellevar mejor los síntomas que sufren durante el periodo de gestación e incluso su aumento de peso.

Partiendo de esa premisa, el sistema de funcionamiento del plan Pink Light se sustenta en dos pilares:

Partiendo de esos dos elementos, es como se consigue que se ponga en marcha la propuesta:

¿Una buena opción?

Por el momento, como hemos mencionado anteriormente, este proyecto Pink Light se está probando en Corea del Sur para ver qué resultados ofrece y si realmente puede resultar efectivo, en pro de ayudar a las gestantes. Pero habrá que esperar para tomar una decisión.

Quienes confían en esta iniciativa han considerado que la misma también se podría usar con otras personas que, de igual modo, necesitan viajar de manera cómoda en el transporte público y que, en muchas ocasiones, se encuentran con la “desconsideración” del resto de viajeros. Así, se plantea que sería interesante también acometerlo con ancianos, con personas que presentan alguna enfermedad, con quienes tienen cierta discapacidad física…

Por supuesto, están también quienes se muestran realmente escépticos ante la mencionada propuesta. Y es que consideran que la misma presenta varias “carencias” o “errores” que podrían hacerla absolutamente inútil:

¿A ti qué te parece? ¿Estás de acuerdo con la puesta en marcha del Plan Pink Light o no? ¿Consideras que sería una buena opción para implantarse en el transporte público de tu ciudad o piensas que no serviría para nada? Danos tu opinión al respecto.