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Intervenidos en el puerto de Palma 180 kilos de carne de la península sin etiquetar ni refrigerar

Se trata de lotes de porcino, ovino y bovino y la sanción por infracción grave puede ascender a 15.000 euros

La Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural, a través del Servicio de Control y Calidad Agroalimentaria de la Dirección General de Calidad Agroalimentaria y Producto Local, ha intervenido unos 180 kilos de productos cárnicos (porcino, ovino y bovino) procedentes de la península en un control de entrada de alimentos en el puerto de Palma.

En la inspección se comprobó que los productos se transportaban a una temperatura superior a la permitida por la normativa. Además, los inspectores también certificaron que había partidas sin etiquetar y otras en las que no se indicaba el número de lote, según ha informado la Conselleria en un comunicado.

Esta actuación, según ha manifestado el director general de Calidad Agroalimentaria y Producto Local, Joan Llabrés, forma parte de los controles rutinarios que lleva a cabo el Govern y que incluyen la vigilancia de los productos importados desde fuera de Baleares, tanto internacionales como nacionales.

«Este tipo de infracciones supone un perjuicio para el consumidor. Así, uno de los objetivos de estos controles es poner fin a la competencia desleal hacia los operadores agroalimentarios locales», ha explicado Llabrés.

El director general también ha señalado que una de las principales demandas del sector es que se controlen los productos procedentes de fuera. Por ello, ha añadido que se seguirán realizando campañas de vigilancia para asegurar el cumplimiento de las normas de comercialización. «Esta es la mejor forma de defender los intereses legítimos del sector y de los consumidores», ha afirmado.

Esta intervención se suma a la lista de actuaciones de manipulación ilegal de alimentos en restaurantes y algunas empresas de distribución cárnicas en Mallorca.

El incumplimiento de la normativa vigente puede suponer sanciones administrativas. En el caso de infracciones graves, las sanciones oscilan entre los 3.000 y los 15.000 euros, o cinco veces el valor del producto.