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La árbitra Laura Santos niega que expulsara al entrenador del Petra por hablar en catalán

Asegura que le mostró la segunda tarjeta amarilla por su "reiterado comportamiento inadecuado"

La árbitra Laura Santos niega que expulsara al entrenador del Petra por hablar en catalán y asegura que le mostró la segunda tarjeta amarilla por su mal comportamiento. La árbitra de la Federación Balear de Fútbol está en el centro de la polémica desde el pasado sábado tras ser acusada por el club de fútbol UE Petra de expulsar al técnico, Miguel Santandreu, por hablar en catalán. A raíz de esta denuncia la árbitra ha sido linchada en las redes sociales y por entidades catalanistas acusándola  por un supuesto caso de agresión lingüística.

Ahora, la árbitra ha dado su versión de los hechos en Onda Cero. Explica que el entrenador del Alevín B del Petra mantuvo reiteradamente un comportamiento inadecuado en el terreno de juego. Cuenta que dijo «es una vergüenza» al entender que no había pitado una posible mano.

Añade la árbitra que en este momento le dijo lo siguiente: «No pienso tolerar falta de respeto». Seguidamente, según Laura Santos, el entrenador siguió protestando diciendo que «soy muy mala y que va a hacer lo que me da la gana». Fue en este momento, según la versión de Laura Santos, cuando el entrenador vio la segunda tarjeta amarilla y fue expulsado.

La árbitra reconoce que le pidió al entrenador que le hablara en castellano para poder entenderle mejor pero insiste en que la expulsión fue por su comportamiento inadecuado y no por hablar en catalán.

En el acta del partido se lee que en el minuto 25 el técnico Miguel Santandreu fue amonestado por dirigirse a la árbitra diciendo «esto es de vergüenza». Prosigue el acta explicando que en el descanso del partido el técnico fue expulsado por el siguiente motivo: «Desobedecer indicaciones mías».

En sus declaraciones en Onda Cero, la árbitra cuenta que el entrenador, «tras tras percibir mi comunicación en castellano y al ser amonestado por dirigirse a mi con tales palabras: esto es de vergüenza, pasa a dirigirse a mi en catalán. Al rogarle que se dirija a mi en castellano, perpetua en su dialecto llegando a comprender ciertas faltas de respeto, sin conseguir que cese, decido expulsarlo».

La UE Petra emitió el lunes un comunicado dando por buena la versión del entrenador. En el comunicado la directiva detallaba que en un momento de la conversación, la árbitra se dirige a su entrenador con las siguientes palabras: «Estamos en Mallorca, Mallorca es parte de España, no España parte de Mallorca y usted me tiene que hablar en castellano».

La Junta Directiva del club señalaba que no entra a valorar si las protestas de su entrenador merecen o no una amonestación, pero que considera «intolerable» que «una decisión de una árbitra de fútbol en una competición deportiva se pueda ver influenciada por el hecho de que un entrenador utilice su lengua materna donde es oficial desde hace siglos».

Finalmente, aseguran que si la segunda tarjeta amarilla es por desobedecer las indicaciones de la colegiada, «las únicas indicaciones fueron que dejase de utilizar el catalán durante la conversación».

Laura Santos, que llegó a Mallorca hace tres meses para trabajar en un centro de menores, sostiene que respeta «a todas las personas e ideales que cada uno decida siempre que no se haga daño» e insiste en que le expulsión no fue por hablar en catalán.

El linchamiento a la árbitra Laura Santos

La explicaciones de la árbitra Laura Santos llegan después de haber sido objeto de un sinfín de críticas por el supuesto caso de agresión lingüística que ella niega. Formaciones como Més per Mallorca y el PI y entidades independentistas como la OCB no han dudado en calificar de «inadmisible» la expulsión de un entrenador por hablar catalán.

El coordinador general de Més y portavoz de la formación en el Parlament, Lluís Apesteguia, calificó el gesto de la árbitra de «catalanofobia» y, además, consideró que se trata de «una agresión lingüística que no se puede tolerar y menos en un espacio de ocio infantil y juvenil».

Por su parte, el Ayuntamiento de Petra ha pedido a la Federació de Futbol Balear que «abra una investigación para saber si el motivo de la lengua ha sido el detonante del problema y el motivo de la expulsión». «Si es así, pediremos que se adopten las medidas oportunas», ha añadido el alcalde Salvador Femenías (PI)  ya que «en nuestro pueblo no queremos ningún tipo de discriminación».

El Comité de Árbitros ya ha rechazado sancionar a la colegiada alegando que la expulsión del entrenador del Petra Alevín B fue por las faltas de respeto que plasma en el acta y no por motivos lingüísticos.