Andalucía
Sucesos

Un turista británico muere en un vuelo Málaga-Manchester y provoca un aterrizaje de emergencia en Burdeos

Una pasajera se desmayó por el estrés y el avión tuvo que ser desviado a Francia

Un hombre ha fallecido repentinamente cuando viajaba como pasajero en un vuelo entre Málaga y Manchester (Reino Unido). El avión tuvo que ser desviado a la ciudad francesa de Burdeos por el desmayo de una mujer tras los momentos de angustia que se vivieron en la aeronave.

La Oficina de Asuntos Exteriores, Commonwealth y Desarrollo de Reino Unido ha confirmado que el fallecido era un ciudadano británico y que su familia está recibiendo apoyo consular.

Según informa el diario Mirror, el suceso tuvo lugar el pasado 7 de enero, en un vuelo de la compañía Ryanair. A 38.000 pies de altura, la tripulación pidió asistencia médica y uno de los pasajeros aplicó al hombre técnicas de reanimación cardiopulmonar ante la mirada del resto de viajeros, pero la RCP resultó infructosa.

La inquietud se apoderó del resto de integrantes del pasaje, menores incluidos, y una mujer sufrió un desmayo, por lo que el piloto tomó la decisión de desviar el vuelo y aterrizar en Burdeos por emergencia médica. El avión fue recibido por paramédicos a su llegada.

Una vez en suelo francés, y según el citado diario, la aerolínea ofreció alojamiento a los viajeros, pero las limitadas opciones de transporte hizo que muchos de ellos acabaran durmiendo en el aeropuerto antes de volar de regreso a Manchester a la mañana siguiente.

Droga en un vuelo Londres-Ibiza

En otro orden de cosas, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares celebra este jueves a las 13:30 horas la vista previa al juicio contra un hombre acusado de introducir en un avión con destino a Ibiza 3,3 kilos de ketamina impregnados en camisetas.

Según el escrito del fiscal, los hechos se remontan al 18 de junio de 2019. Tras aterrizar sobre las 23:30 horas en el aeropuerto de Ibiza en un vuelo procedente de Londres, al acusado le fueron intervenidas una veintena de camisetas sospechosas de portar droga.

El Ministerio Público sostiene que el encausado llevaba estas prendas con la intención de proceder a la extracción de la ketamina una vez disueltas en agua. La Fiscalía solicita para él cuatro años de cárcel y una multa de 14.000 euros.