Sociedad

El Rubius responde a Iglesias, Hacienda y a los que le acusan de irse a Andorra para pagar menos impuestos

  • Juanan Jiménez
  • Especializado en información nacional e internacional, breaking news, periodismo de datos y visualización, también escribo sobre motor y tecnología.

El Rubius es el youtuber más importante de España, un creador de contenido que mueve masas de jóvenes que se entretienen viendo los vídeos que la generación de sus padres no entiende. Estas últimas semanas se ha convertido en el epicentro de la polémica. El Rubius, junto a otros streamers, ha puesto rumbo a Andorra para aliviar la carga de impuestos que desangra sus cuentas. Él asegura que lo hace para mantener su privacidad y porque todos sus amigos están allí. Esta es la respuesta que escrito dirigida a Pablo Iglesias, a los funcionarios de Hacienda y a todos los que le han «criticado» y «criminalizado» por cambiar su domicilio fiscal a Andorra.

Esta vez no ha sido a través de uno de sus hilarantes vídeos. El tema no es moco de pavo y El Rubius ha preferido dar respuesta a la polémica de una forma sosegada y reflexiva. «Tenía pensado quedarme callado y seguir viviendo mi vida», asegura el youtuber, que justifica esta contestación por «la necesidad de escribir una respuesta basada en la reflexión y la calma, y hablándolo con mi gente más cercana».

Tras recordar cómo se ha llegado hasta este punto, Rubén –verdadero nombre de El Rubius– resume cómo fue el mensaje que lanzó a sus seguidores:  “Muchos ya sabéis a donde voy. Casi todos mis amigos viven allí en la actualidad y en Madrid hay pocas cosas ya que me retengan”. Eso sí; si fuera solo por ganar más dinero, me hubiera mudado ahí hace muchos años”.

Reconoce que «es cierto que en Madrid nunca me he sentido cómodo del todo. Os lo he contado varias veces: soy una persona que apenas sale de casa y que vive con las persianas bajadas todo el día, por miedo a que alguien me reconozca. Y no digo esto para intentar dar pena ni nada por el estilo, me he acostumbrado a vivir feliz en el aislamiento de mi habitación. Pero ya van cinco mudanzas en lo que llevo siendo youtuber y nunca puedo descansar tranquilo pensando que hay alguien ahí fuera esperándome u observándome. Hay cosas tan simples como bajar a comprar el pan o salir a dar un mero paseo que, lo creáis o no, me cuesta hacer si no es con la ayuda de alguien cercano a mí».

El Rubius detalla cómo ha sido el continuo acoso por parte de titulares en prensa, debates en tertulias y todo tipo de ataques. «¿El denominador común de éstas? Sacar de contexto lo que dije, buscar el click fácil y desde luego, la falta de contraste y de fuentes veraces», asegura. «A partir de aquí, el asunto comenzó a escalar y se desencadenó toda esta tormenta de insultos, infamias e incitación al odio sobre mi persona».

Uno de los críticos con el youtuber español ha sido el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias. Recuerda El Rubius que un famoso ex jugador de baloncesto «suelta a gritos e insultos como ‘cabrón’ y ‘a cagar’ respondiendo al entrevistador que a su vez afirma (otra difamación más) que yo he dicho que ‘España me roba’. Por no mencionar al Vicepresidente del Gobierno que me señala públicamente con el dedo retuiteando los insultos del mencionado ex deportista».

Se queja el joven de las acusaciones que han aparecido estos últimos días en los que se le han colgado «etiquetas políticas» y «otros vinculándome con ideologías extremas. Personas sacando clips míos de hace años completamente fuera de contexto. Gente y medios sacando conclusiones acerca de cuánto dinero gano al año, extrayendo sus datos de una página web llamada Socialblade, la cual la mayoría sabe que no es una fuente de datos fiable y que por norma general hace cálculos de lo que gana un canal estadounidense ‘limpio’ y apto para todos los anunciantes, pero ese es otro tema a parte».

Acoso de Hacienda

La acusación que ha recorrido titulares y platós de televisión es la misma: «Marcharse para no pagar impuestos». A lo que El Rubius asegura que «muchas personas hablan como si yo no hubiera pagado impuestos en mi vida, como si no hubiera hecho nada por mi país –mejor dicho, por uno de mis dos países–, como si fuera un criminal. Llevo estos 10 años de youtuber pagando casi la mitad de lo que he ganado en impuestos. 10 años. Y estoy muy contento de haberlos pagado. Lo que me molesta es que, aunque lleve desde el día uno haciendo las cosas bien y de manera legal, como, sin duda, deben de hacerse, Hacienda me haya tratado como si fuera un ‘delincuente’. Desde ese primer día, he estado sometido a inspecciones fiscales, se han emitido notificaciones al resto de Haciendas europeas y de EE.UU para ver si tenía ‘cuentas corrientes ocultas’, me han puesto sanciones por no atender a requerimientos que nunca llegaron, y un largo etcétera», asegura El Rubius apesadumbrado.

En su amplia carta, el streamer español destaca un caso, el de un técnico de Hacienda que llegó a decir «El Rubius ha mostrado sin tapujos ni complejos una tremenda insolidaridad».

El joven continúa con su exposición sobre los ataques recibidos. «Estos días me he hartado de leer declaraciones por parte de altos funcionarios del Estado –que han aprovechado esta polémica para hacer “pedagogía fiscal” en los medios– en las que insinúan que es probable que haga chanchullos en un futuro al mudarme a Andorra como parece ser que hicieron otras personas en el pasado; afirman que es más que posible que simule que vivo en Andorra mientras en realidad vivo en España disfrutando del sol y de los servicios públicos, afirman incluso que ‘me van a estar esperando dentro de 5 años’».

Y recalca de nuevo los ataques por parte de funcionarios del Fisco. «Lo que ha anunciado El Rubius sea legal dependerá de los días que resida verdaderamente en Andorra (donde el youtuber tendría que vivir más de medio año). Algo que la AEAT vigila e inspecciona, puesto que quienes fingen un traslado de domicilio para pagar menos impuestos podrían incurrir en un delito fiscal», son las acusaciones por parte de un alto funcionario, a lo que el creador de contenido responde: «Lo de siempre, lo mismo que desde el día uno, me consideran culpable mientras no consiga demostrar lo contrario».

Ataques de una cadena pública

«En una televisión financiada públicamente hemos oído que ‘a todos los youtubers evasores de impuestos deberían decapitarles en la plaza pública’. Por lo visto, se considera normal y aceptable soltar semejante barbaridad en una televisión pública. En un programa de actualidad del mismo medio pusieron imágenes mías alternándolas con las de una persona que ha sido condenada a prisión por varios delitos. En serio, ¿es este el nivel de un debate público digno de un país civilizado? ¿Así es cómo vamos a combatir los discursos del odio? ¿Acaso ponerme a mí de cabeza de turco y verter todo ese odio sobre mi persona va a contribuir a que mejoren los problemas de fondo que hay en España?», se pregunta el youtuber.

«No quiero dar mal ejemplo a los más jóvenes que me siguen, haciéndoles pensar que no hay que pagar impuestos como también se ha dicho. Todo lo contrario, pagar impuestos es contribuir con tu aportación al progreso y la prosperidad del país donde resides. Pero esto ha de ser una relación equilibrada entre el Estado y el ciudadano. Y si esa premisa no se cumple, es completamente legítimo que el ciudadano, en el pleno uso de su libertad como ser humano tome las decisiones que considere apropiadas si están dentro de la legalidad y no reciba el trato que he recibido durante los últimos días», recalca El Rubius.

En definitiva, y con esto ya me voy a despedir y no volver a hablar de este asunto, el ser un país desarrollado y civilizado no se trata únicamente de ser más o menos rico y esto lo aprendí gracias a los años de infancia y adolescencia que viví en mi otro país, Noruega. De esta cultura también he mamado uno de los valores más importantes para mí: la honestidad y la transparencia. Por eso no puedo más que sentir rabia e impotencia cuando leo esta otra entrevista:

Continúa su extenso escrito El Rubius asegurando que «los altos funcionarios del Estado muestran públicamente su sorpresa por la transparencia y la falta de picaresca. Comportarse de manera honesta y transparente es ‘pedir a voces que te investiguen’ (¿más aún que llevo desde el día uno siendo investigado?). A los altos funcionarios del Estado les ‘asombra’ que un ciudadano no ‘disimule’ y que no continúe con el legado de una de esas más rancias tradiciones de la cultura española, ‘tú haz lo que quieras pero que no se note y que nadie se entere’».

Para finalizar, El Rubius explica que su decisión de mudarse a Andorra «tiene multitud de matices y contrastes, no es una decisión plana, sino fruto de una larga reflexión y de algo irrenunciable, mi propia libertad si la ejerzo cumpliendo la legalidad vigente». Para despedirse, El Rubius agradece «a todos los medios y personas, que aunque minoritarios también los ha habido, que se han informado sobre este tema y lo han debatido de manera respetuosa y racional».