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Crear rutinas

Sueño infantil: consejos para un descanso mejor

El sueño es un elemento fundamental para asegurar el desarrollo de los niños, tanto a nivel físico como mental

El sueño es un elemento fundamental para asegurar el desarrollo de los niños, tanto a nivel físico como mental. Los peques son capaces de dormir de manera independiente, aunque hay que enseñarles cómo hacerlo. Para ello, resulta súper efectivo crear rutinas en el día al día del bebé, partiendo de que cada niño es distinto, por lo que es básico observar su comportamiento y saber analizarlo. A continuación te damos unos consejos que te ayudarán a mejorar el descanso de tu bebé.

1. Asegura que las siestas sean raparadoras y regulares

Las siestas nos ayudan a regular en el organismo los niveles de melatonina (hormona del sueño) y de cortisol (hormona de la actividad y el estrés). Un exceso de cortisol dificulta el descanso tanto en edad infantil como en edad adulta. Si el bebé duerme siestas adecuadamente tendrá un equilibrio hormonal, lo que le ayudará a conciliar el sueño. Para conseguir que el bebé duerma siestas es importante no forzarle, simplemente ofrécele la posibilidad de estar relajado en un ambiente óptimo para dormir. Esto debe convertirse en una rutina, y lo ideal es que la duración de las siestas oscile entre los 45-60 minutos (ciclo de sueño completo), y preferiblemente a oscuras o con una luz muy tenue.

2. Respeta las ventanas de sueño

Una ventana de sueño es el tiempo máximo que tu bebé puede estar despierto según su edad, de forma orientativa:

Menos de 3 meses: 45-90 minutos. En este momento es fundamental guiarse por las señales de cansancio más que por el reloj; no hay límite de siestas.
4 a 6 meses: 90-150 minutos. Lo ideal es que duerman entre 3 y 4 siestas.
6 a 8 meses: 2-4 horas. Entre 2 y 3 siestas al día.
8 a 13 meses: 2’5-4 horas. Solamente 2 siestas diarias. La última ventana se irá alargando hasta las cuatro horas.
13 a 18 meses: 4’5-6 horas. Preferiblemente 1 siesta, aunque pueden darse 2.
18 meses a 3 años: 5-6 horas, y 1 siesta diaria.

3. Identifica sus señales de cansancio

Fíjate en sus cejas, su entrecejo, mirada perdida o si bizquea (en el caso de los más peques. También ten en cuenta si reduce su actividad, si se frotan los ojos, si piden brazos, o si arquean la espalda. Poco a poco os iréis familiarizando con sus gestos, sus acciones y sus emociones; todo lleva su tiempo.

4. Crea un ritual antes de dormir

Saber qué va a ocurrir después de un pequeño ritual les ayudará a estar más relajados para conciliar el sueño: cremita con masaje, pijama, biberón/pecho, lectura de cuento, mantita de apego y apagar la luz. Esta puede ser una buena forma de comenzar con un patrón definido, al que podrás añadir otros pequeños gestos que contribuyan a su bienestar y tranquilidad.

5. Sé constante con la hora de acostarle y levantarle

Asegurar un buen descanso para los peques es uno de los objetivos más deseados para los padres y madres de familia. Para conseguirlo, debemos tener en cuenta que los peques necesitan unas determinadas horas de sueño en función de su edad. Lo ideal es que se despierten entre las 7:00 y las 8:30 de la mañana y que se acuesten entre las 19:30 y las 21:00, en la medida de lo posible. Evidentemente, cuando los bebés apenas cuentan con unos meses de vida, los ciclos de sueño son más cortitos y debemos tratar de adaptarnos de tal forma que no alteremos sus ritmos de sueño y alimentación. El colecho es una práctica muy efectiva que consiste en dormir en una cama contigua a la cuna, lo que permite mantener el ambiente relajado de la noche para poder alimentar al bebé sin necesidad de moverlo en exceso y que le sea más fácil retomar el sueño.

6. Diseña una alimentación equilibrada

Belén Alonso, nutricionista de Nutribén, recuerda que «una dieta sana es un elemento básico en la infancia que evitará problemas de salud presentes y futuros como la obesidad, aunque debemos recordar que una alimentación equilibrada será también una gran aliada para controlar el estrés de los peques, los cambios de humor e, incluso, conseguir un patrón de descanso apropiado a la edad de cada uno». Y explica la importancia que tiene la ingesta de leche sobre el descanso de los niños, pues «los ácidos grasos esenciales y los Omega3 (presentes en la leche materna y de fórmula)) ayudan a la maduración cerebral del bebé para que también se desarrolle correctamente la función del sueño».

Para diseñar la dieta de tu peque, un gran aliado para conseguir un mejor sueño nocturno es incluir los cereales en su cena. Los cereales ayudan a que tu peque sienta una sensación de saciedad mayor pudiendo así alargar sus horas de sueño durante la noche y retrasando la necesidad de la primera ingesta (desayuno). Sus nutrientes aportan a los peques parte de la energía que necesitan a lo largo del día, gracias a su composición completa y equilibrada. La experta en nutrición destaca la Papilla Nutribén 10 Cereales, la única del mercado que contiene trigo, cebada, espelta, triticale, arroz, avena, centeno, mijo, sorgo y maíz, y que «podrás ofrecérsela a tu peque a partir de los 6 meses».