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La Jiménez Díaz aúna esfuerzos para prevenir el VIH y concienciar sobre las infecciones de transmisión sexual

La prevención como medida para evitar adquirir una infección de transmisión sexual (ITS) parece tarea sencilla. Se asume que toda la población conoce la importancia vital del uso del preservativo. Sin embargo, esta convicción no está realmente afianzada en la sociedad, sobre todo entre los más jóvenes. Así, la educación sanitaria y la divulgación en prevención en salud se vuelven indispensables en la lucha para dar visibilidad a enfermedades devastadoras que se pueden evitar, en primer lugar, a través de la información. Por ello, la Fundación Jiménez Díaz ha realizado recientemente una serie de formaciones enfocadas en las ITS, como el Curso de Actualización en Infección VIH.

La Dra. Irene Carrillo, especialista del Departamento de Enfermedades Infecciosas del hospital madrileño, afirma que “las ITS suponen otra epidemia a nivel mundial y, año tras año, los números oficiales así lo demuestran”. En concreto, cada año se registran más de un millón de infecciones de transmisión sexual en el mundo; un dato desalentador que va en aumento, “a pesar de los programas educativos y de formación, ya que su distribución es a nivel global y tienen un efecto iceberg debido a que algunas de estas infecciones cursan de manera asintomática”, añade.

Y es que, como apunta su colega de departamento, la Dra. Beatriz Álvarez, “cualquier estrato de la población, independientemente de la edad y el sexo, puede padecer esta infección, así que hay que tener esa alerta siempre y realizar una asistencia sin juicios ni paternalismos para contextualizar cada situación concreta”.

Por suerte, los casos de Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) detectados han disminuido en comparación con años anteriores. No obstante, las cifras siguen siendo alarmantes. El Dr. Alfonso Cabello, jefe asociado del Servicio de Medicina Interna y miembro del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Fundación Jiménez Díaz, expone que la prevalencia actual del virus en la población es de un 0,3 por ciento. “Este dato aislado puede no resultar llamativo, pero si añadimos que en la última década nuestro país ha registrado una media cercana a los 4.000 nuevos diagnósticos anuales, resulta preocupante”, advierte el especialista, quien insiste en la importancia de organizar este tipo de cursos que “permitan a los profesionales mejorar sus habilidades para el diagnóstico y la atención de las personas que viven con VIH”, proporcionándoles las herramientas necesarias para educar sobre salud sexual.

En este sentido, la Dra. Álvarez también reconoce que los profesionales disponen de herramientas para detectar la infección y controlarla de forma eficaz, pero a menudo se falla a la hora de sospecharla: “Durante la asistencia sanitaria perdemos oportunidades diagnósticas en muchos ámbitos de la atención (Urgencias, Atención Primaria y Especializada) porque creo que nos falta información sobre la situación actual de la pandemia y su magnitud, y nos sobra estigma”, insiste.

Prevención, primer paso de la batalla

En los últimos años, una de las líneas principales de investigación ha sido la prevención, la búsqueda de una vacuna preventiva y la implementación de la profilaxis preexposición (PrEP), pero la Dra. Carrillo recuerda que esta alternativa “no evita el contagio de otras enfermedades venéreas”. Así, el preservativo sigue siendo el método más seguro para prevenir cualquier infección de transmisión sexual, ya que impide el paso de los microorganismos de un miembro de la pareja al otro.

Hay que tener en cuenta que cada vez “hay más mujeres infectadas que hombres, diferencia que se acentúa en los países de baja renta”, menciona por su parte la Dra. Laura Prieto, también especialista del Departamento de Enfermedades Infecciosas del hospital madrileño. Por otro lado, si una embarazada tiene VIH, existen riesgos de contagio hacia el feto “a lo largo de la gestación por vía uterina, en el momento del parto o durante la lactancia”. Por lo tanto, una detección precoz podría evitar que el bebé también se infecte. “Si la madre conoce el diagnóstico y sigue bien el tratamiento, no existe riesgo de transmisión al neonato», puntualiza.

El hospital como aliado en la batalla contra el VIH

Además de su campaña formativa, la Fundación Jiménez Díaz dispone de una consulta llamada Checkpoint Madrid, en la que “se lleva a cabo el cribado de las diferentes ITS, se ofrecen distintos métodos de prevención y se atiende de manera multidisciplinar a los pacientes con infección por VIH”, explica la Dra. Carrillo.

Si, a pesar de todo, un individuo termina por contagiarse, siempre hay estrategias adicionales. “Estamos en un momento ‘dulce’ del VIH, ya que los tratamientos se han simplificado y la mayoría de los pacientes recibe su medicación en una única pastilla que, en general, es muy bien tolerada”, señala el Dr. Miguel Górgolas, jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Fundación Jiménez Díaz.

Uno de esos tratamientos es la terapia antirretroviral, que consiste en la combinación de dos o tres medicamentos que evitan la replicación del VIH, “actuando sobre diferentes dianas del ciclo viral y permitiendo la supresión completa de su multiplicación -añade-. Así, el sistema inmunitario deja de lesionarse y es capaz de reconstituirse hasta alcanzar la normalidad”.

“En la Fundación Jiménez Díaz disponemos de todos los fármacos más novedosos comercializados en España, sin ningún tipo de restricción”, recalca el Dr. Górgolas. “Participamos activamente en varios ensayos clínicos y ofrecemos a los pacientes la posibilidad de incorporarse a ellos. De esta forma, muchos están recibiendo las nuevas moléculas que, previsiblemente, en los próximos años se incorporarán al arsenal terapéutico de la infección”.

El especialista asegura que el diagnóstico precoz y el acceso al tratamiento son fundamentales, no sólo para asegurar la salud individual, sino para evitar nuevos contagios, conscientes de que aquellas personas con presencia del virus controlado (indetectable) no transmiten la infección. Una opinión que comparte la Dra. Álvarez: “Son importantes a nivel individual para que las personas recién diagnosticadas conserven un buen estado de salud, se sientan integradas cuanto antes dentro del sistema sanitario y podamos intervenir con un tratamiento eficaz, con información profesional y otros tipos de apoyo que precisen; y también a nivel colectivo, pues el inicio de tratamiento antirretroviral es una de las medidas de salud pública con más impacto para el control de la pandemia”.

En definitiva, las prioridades para frenar el avance del VIH son claras, concluye el Dr. Górgolas: “diagnosticar y tratar lo antes posible, aunar esfuerzos para atender, acompañar y mejorar la calidad de vida de estas personas y, lo más importante: prevenir, el primer paso para combatir cualquier enfermedad”.