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Cómo es el menú del día perfecto

Resulta complicado encontrar un buen menú del día. Siempre le encontramos alguna pega al del bar que está debajo de la oficina o al que llevamos a un amigo en una fecha especial. La variedad de platos, el precio o la calidad de los alimentos siempre acaban influyendo. A continuación te damos más detalles sobre cómo es el menú del día perfecto.

Es un error pensar que cuantos más platos y variedad tenga, mucho mejor. Lo ideal es que con dos primeros y dos segundos sea suficiente. No puedes confiar de esas cartas infinitas con seis primeros y seis segundos. La razón es bien clara. Cualquier restaurante que invierta en cuatro únicos platos apostará por el producto de calidad y la materia prima, algo que no pueden realizar aquellos que tengan tanta variedad.

Cuando se busca un buen menú del día en realidad queremos comer como en casa. Piensa en lo que harías tú o en los platos que elaboran las madres cualquier día por semana para el almuerzo. Con esto queremos decir que debe incluir el menú platos de cuchara, guisos y recetas caseras. Una buena opción puede ser un plato de garbanzos, dorada al horno, pollo guisado, etc.

La originalidad y las sofisticaciones no tienen espacio en los menús del día. Eso queda muy bien para los restaurantes de cierto glamour. Cuanto te dispones a comer los platos debes saber que estás pidiendo y si en algún momento te preguntas «¿qué es esto?», es que esa comida no encaja bien en el menú del día. No admite demasiadas florituras porque muchos de los clientes de estos bares disponen de muy poco tiempo para comer.

Se le concede demasiada importancia al precio del menú del día. Esto puede hacer en algunos casos que triunfe o que vaya a caer en el olvido. Puede ocurrir que alguna vez te hayas acercado a la pizarra a comprobar los platos y te hayas dado la vuelta por el elevado precio. Eso es algo que deben evitar los propios hosteleros. El menú debe adaptarse al bolsillo del comensal, con un precio que resulte justo. Cuando es demasiado económico invita a desconfiar, mientras que si su precio rebasa los 18 euros directamente no lo tomaremos por caro. El punto medio puede situarse entre los 12 y 14 euros.

Hay que pensar en los platos que nos servirían nuestras madres para comer. Eso es lo que se busca en este tipo de menús del día. En invierno encajan a la perfección los platos de cuchara como cremas de verduras, cocidos, potajes o lentejas, mientras que en verano tendrán más aceptación las ensaladas, cremas de verduras frías o gazpacho. Como habrá podido comprobar en alguna ocasión, durante los meses de más calor se evitan las preparaciones demasiado pesadas.

A todo el mundo le gusta tomarse un postre y el café al acabar los dos platos. Sin embargo, algunos locales optan por dar a elegir entre uno y otro. En cualquier caso, merece la pena subir el precio del menú un euro y ofrecer algo más completo.