Opinión

El ‘sindiós’ de Pedro Sánchez con el Open Arms

Como un pollo sin cabeza, el Gobierno de Pedro Sánchez decide a golpe de tuit y actúa a fuerza de ocurrencia. Hoy firma un convenio con el Open Arms, mañana lo bloquea, pasado lo multa y al otro le envía un barco de lujo de nuestra Armada para traerlo de vuelta a casa, o si no, para traerse a sólo 15 inmigrantes. Un ‘sindiós’ digno del presidente Cum Fraude. El barco Open Arms es un remolcador de altura, una embarcación de gran potencia y autonomía capaz de acudir en auxilio de grandes embarcaciones que requieran de asistencia en alta mar. Dispone de autorización exclusivamente para el transporte de víveres y de una tripulación de menos de 18 personas. Cualquier otro uso que se haga de él distinto de remolcar a otros barcos, transportar víveres y un máximo de 18 personas de tripulación es un uso fraudulento e irresponsable.

La Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) hace meses que ha denunciado que las mafias de tráfico de personas han cambiado su técnica y ahora remolcan pateras vacías con una nave nodriza hasta la zona de alta mar comprendida entre Libia y Lampedusa, y una vez allí realizan el traslado de los inmigrantes desde la nave nodriza a las pateras, avisando para que alguien se haga cargo de su rescate. Estos rescates deberían ser efectuados por los servicios de Salvamento Marítimo de aquella zona, pero en ese caso los “náufragos” serían desembarcados en el puerto seguro más cercano que es uno africano, mientras que cuando quien efectúa el “rescate” es una ONG europea el fin del trayecto siempre es Europa, que es para lo que han pagado los inmigrantes. Así que no hay que echarle mucha imaginación para saber a quién avisan las mafias. Por estos hechos la organización Proactiva Open Arms fue acusada por la fiscalía italiana de favorecer “la inmigración clandestina y la asociación criminal”.

Una de las primeras medidas adoptadas por Pedro Sánchez al llegar a la Moncloa el año pasado, fue traerse al puerto de Valencia a los 630 inmigrantes que transportaba el ‘Aquarius’ y a los pocos meses, en agosto del año pasado, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, se comprometió a firmar un convenio con la ONG Proactiva Open Arms para incorporarlos al dispositivo de Salvamento Marítimo en el mar de Alborán y en el Estrecho. El barco cambió entonces su  centro de operaciones hasta el puerto de Motril (Granada), pero el convenio no se firmó y en octubre regresó al puerto de Barcelona, donde las autoridades lo bloquearon administrativamente por no contar con «certificados de seguridad que le habiliten a transportar más de 18 personas». Finalmente se le concedió permiso para transportar ayuda humanitaria hasta Grecia. Pero a pesar de eso puso rumbo a las aguas de Libia, obligando al director general de la Marina Mercante, organismo dependiente del Ministerio de Fomento, a advertir al capitán del barco de que, de insistir en su «pretensión de retomar rescates» se enfrentaría a multas de hasta 900.000 € llegando a amenazar con incautar el barco con el que unos meses antes querían firmar un convenio de colaboración.

Y pese a la amenaza de sanciones, desde su palacio de vacaciones en Doñana Pedro Sánchez escribió un tuit el 18 de agosto ofreciendo el puerto de Algeciras para que el Open Arms desembarcase a los últimos inmigrantes rescatados. Como Algeciras no le gustaba al capitán del barco, Sánchez le ofreció “el puerto español más cercano” y como eso tampoco le satisfizo, ordenó que el buque ‘Audaz’ de la Armada Española, zarpara hasta Lampedusa para “acompañar a la embarcación hasta el puerto de Palma, en Mallorca” según volvió de nuevo a tuitear Sánchez desde Doñana el 20 de agosto. Y después de desembarcados los inmigrantes en Italia, el ‘Audaz’, una de las ‘joyas’ más modernas de la Armada española que costó alrededor de 166,5 millones de euros y viaja con una dotación de medio centenar de militares, va a ser utilizado para traerse sólo a los 15 inmigrantes que corresponden a España en el reparto. Su despliegue nos iba a costar en principio más de 57.000 euros, según confirmaron fuentes militares a OKDIARIO, cifra que aumenta en 3.210 euros cada día que el barco sigue anclado en Sicilia, a la espera de que la Comisión Europea facilite el listado definitivo de los inmigrantes que se traerá a España. Como dijo la vicepresidenta Carmen Calvo: «Estamos manejando dinero público, y el dinero público no es de nadie». Cada día, una ocurrencia.