Opinión

Apaga y vámonos, Pedro Sánchez

Insiste el Gobierno por activa y por pasiva en que no habrá cortes de luz ni de gas. Que lo tiene todo controlado. Que hay reservas suficientes y que aventar la teoría del caos es un ejercicio de irresponsabilidad. Pues bien, Enagás ha dejado ya constancia escrita del riesgo de un corte en el suministro de gas si hay «limitaciones en la importación del aprovisionamiento», que es exactamente lo que se ha producido tras el corte en uno de los grandes gasoductos que abastecen a España procedente de Argelia.

Si eso no fuera suficientemente grave, OKDIARIO informa hoy de que las grandes eléctricas también han advertido al Ejecutivo de Pedro Sánchez de que un momento de poco viento, menos sol y fuerte frío puede provocar un apagón eléctrico por la incapacidad de sumar la generación de electricidad con gas natural en plena punta de demanda. Y van más lejos aún: las previsiones meteorológicas marcan un momento similar al descrito a finales de enero.

El Gobierno lo sabe, porque ha sido avisado, pero no ha hecho nada para hacer frente a esa eventualidad. Las eléctricas han desplegado el calendario y señalado en rojo los días finales del próximo enero, cuando las previsiones indican una punta de frío, unida a la baja producción de energía eólica y fotovoltaica. El escenario propicio para la tormenta perfecta. Así que ya van dos advertencias, la realizada por Enagás el pasado 29 de septiembre y remitida al Gobierno en el último informe en el que se detalla el panorama energético del próximo invierno, y la llevada a cabo por las eléctricas. Son dos toques de atención muy serios, pero este Ejecutivo sigue instalado en el tancredismo y se limita a defenderse con el argumento de que lo tiene todo controlado.

Con este Ejecutivo, la ley de Murphy -algo que puede salir mal, saldrá mal- amenaza con cumplirse. Cruzaremos los dedos, pero si las alertas lanzadas por Enagás y las eléctricas se hacen realidad, el único camino que le queda a Sánchez es cumplir el dicho de «apaga y vámonos»