Si tu gato duerme mas de lo habitual puede ser una señal de alarma: puede tener esto
Los gatos no son animales nocturnos, sino crepusculares
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Los gatos, en promedio, duermen entre 13 y 16 horas al día, el doble del tiempo que necesita un humano para descansar. Esto se debe principalmente a su fisiología como depredadores, diseñada para maximizar su eficiencia en la caza, incluso en el entorno doméstico. A pesar de que los gatos domésticos no cazan como sus contrapartes salvajes, siguen utilizando técnicas de movimiento que demandan un gran gasto energético. Acechar, perseguir y atacar son actividades que exigen un alto nivel de adrenalina y tensión muscular, lo cual les deja exhaustos. Por este motivo, después de una intensa sesión de juego o caza, los gatos recurren a la siesta para recuperar energía.
Contrario a la creencia popular, los gatos no son animales nocturnos, sino crepusculares, siendo más activos al amanecer y al anochecer cuando sus presas están más activas. Aunque pueden estar activos durante la noche, generalmente dedican la mayor parte de la misma a dormir. Su sueño alterna entre fases ligeras y profundas, permitiéndoles estar alertas y reaccionar rápidamente a posibles amenazas. Los cachorros y gatos ancianos tienden a dormir aún más, para estar completamente activos y poder interactuar cuando están despiertos.
Razones por las que el gato duerme mucho
Los gatos, como depredadores innatos, necesitan conservar mucha energía para estar siempre listos para cazar a sus presas. Este comportamiento está profundamente arraigado en su instinto, y aunque hoy en día muchos gatos domésticos no tienen la necesidad de cazar para sobrevivir, sus patrones de sueño siguen reflejando esa herencia evolutiva. Así, pasan gran parte de su tiempo descansando, un comportamiento que, en parte, también puede verse influenciado por factores como la edad y las condiciones meteorológicas.
Un aspecto clave que distingue a los gatos domésticos de los salvajes es que los primeros suelen dormir más horas al tener la seguridad de que su comida está garantizada. Sin embargo, es importante estar atentos a los cambios en sus hábitos de descanso. Si un gato duerme mucho más de lo habitual, podría ser un indicio de algún problema de salud, estrés o aburrimiento por la falta de estímulos.
El sueño de los gatos está directamente vinculado con su instinto de supervivencia. En la naturaleza, estos animales duermen de forma ligera, preparados para despertar ante cualquier peligro inminente. Además, son capaces de conciliar el sueño en prácticamente cualquier lugar y momento. Este comportamiento responde a la necesidad de estar siempre alerta, pero también de ahorrar energía.
Las condiciones meteorológicas juegan un papel importante en los patrones de sueño de los gatos. Durante los meses más fríos, cuando hay menos horas de luz, los felinos suelen dormir más. Esto se debe a que su organismo intenta conservar calor, asegurando una temperatura corporal estable. En contraste, durante los días cálidos, los gatos buscan lugares frescos y sombreados donde descansar, lo que a menudo reduce el número de horas que duermen.
La edad es otro factor determinante en la cantidad de horas que un gato duerme. Los recién nacidos pueden dormir hasta 20 horas al día, ya que necesitan ese tiempo de descanso para desarrollarse adecuadamente. En cambio, un gato adulto duerme, en promedio, entre 12 y 15 horas diarias. Por último, los ancianos, debido a su menor nivel de energía, tienden a dormir más horas, casi tantas como cuando eran cachorros.
Si bien es normal que los gatos duerman muchas horas, los tutores deben prestar atención a posibles cambios en su comportamiento. Un aumento drástico en las horas de sueño, acompañado de síntomas como letargo, pérdida de apetito o falta de interés en jugar, podría indicar problemas de salud. En esos casos, es recomendable acudir a un veterinario para descartar enfermedades.
Finalmente, es fundamental proporcionar a los gatos un entorno estimulante. A pesar de su necesidad innata de descansar, los felinos también necesitan actividad física y mental para mantenerse saludables. Jugar con ellos diariamente, ofrecerles juguetes, rascadores y permitirles explorar su entorno puede ayudar a equilibrar su tiempo de sueño con periodos de actividad.
Posturas en las que duermen los gatos
La postura en la que duerme un gato puede revelar mucho sobre su estado de ánimo y sus necesidades. Por ejemplo, si tu gato duerme de lado, es una señal de que se siente seguro y feliz.
En invierno, es común ver a los gatos enroscados en una postura de media luna. Esta posición, heredada de sus ancestros salvajes, les ayuda a conservar el calor y protegerse del frío. Si tu gato duerme enroscado, es mejor proporcionarle un lugar cálido y resguardado.
Cuando un gato duerme acurrucado sin apoyar la cabeza, está en una postura de alerta, listo para reaccionar ante cualquier peligro. Si tu gato muestra esta postura, puede indicar que aún no se siente completamente seguro en su entorno. En cambio, si duerme acurrucado con la cabeza apoyada, demuestra un grado de confianza, aunque todavía está en guardia.