No usar cremas o el secreto para que su matrimonio funcione: María José Campanario se confiesa abiertamente
Poco dada a conceder entrevistas y declaraciones, la mujer de Jesulín de Ubrique ha sorprendido a todos al hacer un directo en Instagram para contestar algunas de sus cuestiones más íntimas.
Vuelve a asomar la patita María José Campanario. Hermética como pocas, parece haber encontrado en su cuenta de Instagram ese diván de confianza donde sentirse a gusto para hablar de sus cosas. La mujer de Jesulín de Ubrique ha protagonizado un directo que ha resultado muy sorprendente, sobre todo por ser a altas horas de la madrugada. La odontóloga se conectó con el mundo digital en torno a la 01:00 horas de la madrugada y compartió algunas que otras confidencias.
María José Campanario ha hecho un directo de Instagram para hablar con sus fans / Instagram
Durante al menos dos horas, Campanario respondió a las preguntas que le formulaban sus seguidores. Algunas de ellas de carácter íntimo. Por ejemplo, le preguntaron si le molestaba todo lo que aparecía de ella en los medios de comunicación dada su condición de personaje público por estar casada con el torero. Tranquila y apenas sin inmutarse, contestaba que «no veo la tele, la verdad». Quiere quedarse al margen de las polémicas familiares de su marido y aboga por permanecer en un discreto segundo plano.
Otro punto que se tocó durante la charla digital con sus ‘followers’ fue su matrimonio con Jesús Janeiro. Durante mucho tiempo se ha hablado de una crisis conyugal. Hay que recordar que su la mujer del diestro lleva más de una década luchando contra la fibromialgia, algo que de manera indirecta ha hecho mella en su relación. Lejos de reconocer estos problemas, María José Campanario reveló el secreto por el cual Jesulín y ella permanecen unidos.
María José Campanario y Jesulín de Ubrique, en una imagen de archivo / Gtres
El truco que ambos siguen es sencillo pero no todas las parejas son capaces de lograrlo: «Mi marido tiene su espacio y yo tengo el mío y luego tenemos un espacio común, que es como funcionan las parejas de verdad. Él tiene su mundo, que es su ganadería. Y yo tengo mi mundo, que es la odontología y lo que me gusta, que es tratar a mis pacientes. Y luego tenemos un espacio común que disfrutamos muchísimo los dos y en el que nos seguimos riendo mucho después de 20 años. Es muy importante seguir riéndote después de tantísimo tiempo».
Sabe de las consecuencias de su notoriedad mediática, pero no se esconde: «Tengo amigos y voy a cenar con amigos y mi marido tiene amigas y puede ir a cenar con amigas. Y eso no quiere decir ninguna otra cosa. Yo ya no me escondo». De hecho, la odontóloga bromea con los novios que se le atribuyen: «Las fotografías que salen de mis amantes en las revistas son dos amigos míos que son pareja y yo me quedo en su casa porque son como hermanos. La historia que se montan es que he dormido en cada con otra persona. ¡Es todo tan manipulable! Parece que una mujer tiene que estar atada a su casa».
María José Campanario también ha contado cómo conoció a Jesulín: «Empecé a salir con mi marido porque lo conocí en un restaurante. Luego nos sentamos a tomar café en su finca». También ha desvelado que «lo dejé 4 meses porque lo vi en una foto con la Juani». De él destaca que «es súper interesante, súper inteligente, le encanta aprender, es un tío muy curioso y un tío que gana mucho en las distancias cortas». También se ha atrevido a hacer un balance de su matrimonio: «Tenemos unos hijos que son maravillosos y eso ayuda mucho. No le puedo pedir más a la vida».
Además de con su hermano Humberto, Jesús ha contado con su cuñado Diego Campanario para poner en marcha este proyecto/Gtres
Por último, cabe destacar algunas otras confesiones que ha soltado Campanario. De su fama de borde dice que «me han dicho de mi cara que parece que estoy oliendo mierda y yo tengo sentido del humor». También reconoce que el usar cremas hidratantes o anti edad no van con ella: «Me han dicho de mi cara que parece que estoy oliendo mierda y yo tengo sentido del humor». Así es María José en la intimidad, esa cara que tan pocas veces deja ver.