Padre primerizo

El drama de Kiko Hernández con sus hijas: «Creía que una de ellas se me moría»

Kiko Hernández
Kiko Hernández en una imagen de archivo / Gtres

Muy sonriente, entre besos y abrazos de sus compañeros y visiblemente emocionado. Kiko Hernández ha vuelto a pisar un plató de televisión de la mejor manera posible: siendo padre de mellizas por gestación subrogada. Lo ha hecho en ‘Deluxe’, rodeado de compañeros y amigos. Su reaparición llega tras seis meses ausente, vestido completamente de negro, es la primera vez que se separa tantas horas de Jimena y Abril. Le ha costado hacerlo y es que al principio, ni siquiera era capaz de dormir. «Cuando nacieron no se las dejaba a nadie. Hubo un momento en el que tuve que apagar el vigila bebés, me costó mucho pero lo hice para poder descansar», cuenta.

Nacieron a los seis meses de forma prematura y una de ellas, estuvo a punto de morir a causa de un problema cardiorespiratorio. Un sin fin de emociones fueron las que tuvo que pasar, Kiko Hernández, en el hospital donde vinieron al mundo las pequeñas. La fecha que tiene grabada en su mente es el 19 de enero. Ese día fue cuando nacieron tres meses antes de lo previsto y sólo unas horas antes, fue cuando Kiko preguntó a la gestante si todo estaba bien. Su respuesta fue que sí, que podía estar tranquilo pero a la mañana siguiente su vida cambió: «Me levanté a las 11.30 y ahí vi un mensaje del esposo de ella diciéndome que estaba en el hospital y que las niñas acababan de nacer. Todo salió perfecto, las niñas están en la incubadora. Felicidades».

Kiko Hernández

Kiko Hernández durante la entrevista (Telecinco)

Tuvo que volar hasta San Diego, lugar donde se encontraba la madre gestante. Fueron 20 horas de avión en un día caótico en el que incluso, le retuvieron en la comisaría durante casi 180 minutos. Cuando pisó por primera vez el hospital, lo hizo lleno de nervios. Le impresionó infinitamente verlas por primera vez: «No llegaban a un kilo. Eran como la palma de mi mano, con tubos por todo el cuerpo. Una de ellas tenía tubos hasta dentro de la garganta. Me dio mucha alegría verlas y ver cómo estaban luchando por vivir», dice. Lloraba cada minuto: «La primera vez que vi a mis hijas se me cayeron las lágrimas, no paré de llorar. Mi madre se puso a llorar también, eso parecía ‘La Casa de la Pradera’. Es el recuerdo más bonito que tengo de ese viaje».

El parto se adelantó al desprender una de sus hijas la placenta con la mano. La gestante decía que tenía un pequeño pinchazo y se fueron al hospital pero le dijeron que no pasaba nada. «Gracias a que insistió vieron que se estaba desprendiendo y le dijeron que en una hora le sacaban a los niños. Si se hubieran esperado, hubieran muerto los tres», confiesa. Pasó mucho miedo: «No pensaba que todo fuera a salir bien. Creía que Jimena se me moría, la cogía de la mano y le decía que luchara. Me parecía muy injusto porque acababa de llegar al mundo». Si este parto hubiera tenido un trágico final, Kiko se muestra tajante : «Si se me hubiera muerto una, no hubiese tenido fuerzas para volver a España». Fuerzas que le transmite su madre: «Si llego a ir sin mi madre, me vuelvo loco. Este viaje ha creado un vínculo especial entre nosotros».

Quería mantener en secreto el nombre de la gestante por contrato pero se le ha escapado al estar relajado. Se llama Mónica y los datos que ha dado sobre ella han sido que vive en uno de los mejores barrios de San Diego, tiene 5 hijos y es la mujer de un funcionario. Eso sí, ante posibles críticas ha querido aclarar que ella: «No lo hace por dinero».

Kiko Hernández

Kiko Hernández muestra una imagen de sus hijas (Telecinco)

Este camino comenzó hace ya seis años después de cuatro veces intentando ser padre por gestación y por adopción. Muchos días a la espalda hasta que, por fin, pudo tener a sus hijas en sus brazos. Abril y Jimena han completado su vida :»Antes mi vida estaba bien, con mis hijas es aún más completa». Todavía no se acostumbra a llamarlas hijas y de vez en cuando durante la entrevista, se le escapa decir «las niñas». «Me ha costado un mes decir -mis hijas-, era algo que sentía que no merecía. Me habían engañado tantas veces las agencias para dar el paso de ser padre, que no me lo creía», aclara.

El que fuera concursante de ‘Gran Hermano’, ha agradecido a la cadena y al programa haberle dado la oportunidad de poder ahorrar y así, estar donde está hoy. El proceso de ser padre le ha hecho gastar mucho dinero, hasta tal punto en el que tuvo que contratar un seguro médico. Cifras que alcanzan muchos ceros: «Hubiera tenido que pagar casi un millón de euros si no me hubiera hecho un seguro antes». El día que nacieron sus hijas cambió su vida: «Me ha cambiado la vida para mejor, cada día es algo más bonito para mí».

Hernández ha presentado a sus hijas en una fotografía que llevaba en su móvil diciendo que: «Abril y Jimena son los amores de mi vida», contando además una anécdota: «Abril a los pocos días de nacer ya tenía un diente, es genético». Kiko se declara enamorado de sus hijas pero durante su estancia en el extranjero también ha tenido tiempo para el amor. Amor que ,de momento, sólo le quiere dedicar a las niñas de sus ojos, sus hijas.

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